Soong Ching Ling, la mitad del cielo (27 de enero 1893 – 28 mayo 1981)

La frase «La mujer es la mitad del cielo» (en chino: 女人撑起半边天, «nǚrén chēngqǐ bànbian tiān») es una cita de Mao Zedong, que proviene de un tradicional proverbio chino. En algunas traducciones se ha mantenido como “la mujer sostiene la mitad del cielo”.  Su significado parece evidente, y seguramente lo ideal sería no tener que enunciarlo, ya que significaría que la igualdad es un hecho en si mismo, pero la realidad nos dice que, en gran parte de la humanidad, es necesario seguir poniendo con mayúsculas ese proverbio. 

En China, el avance de esa igualdad se ha dado por la lucha incesante y el ejemplo de muchas de esas mujeres, como en todas partes, pero la realidad de china y sus revoluciones y progresos durante el siglo XX han servido para colocar a la mujer en una situación de igualdad muy distinta a la de occidente, y por supuesto siempre se puede hacer más, pero hay que poner encima de la mesa esos avances ya que, de no hacerlo, no podríamos valorar las figuras de mujeres como la de Soong Ching-ling.

En 1950 se reconoció la igualdad entre el hombre y la mujer para todos los efectos de la vida social, económica y familiar de China. Se puso fin a la venta de niñas y a los matrimonios forzados, y se legalizó el divorcio. Se prohibió la prostitución. En 20 años desde la constitución de la República Popular China, se duplico la esperanza de vida al nacer de las mujeres de 32 a 65 años. Se alcanzó una tasa de 90% de alfabetización de las mujeres chinas, que en 1945 era del 15%.

En esta pequeña, pero significativa muestra de avances para la mujer, tuvo un papel importante, por no decir principal la persona sobre la que queremos hablar en este artículo. 

En china es más que conocida, es reconocida, admirada, y hoy pocos de los 1.400 millones de chinos la desconocen. Es más, allí está colocada a la misma altura que otros proceres de la patria como Mao, Deng, etc. Curiosamente, y asombrosamente no ocurre con ella lo mismo en occidente. Y sin entrar en la razón de ese hecho, que además es sangrante, porque incluso, las imágenes históricas la colocan  en la tribuna de Tiananmén, al proclamarse la RPCh, cuando Mo Zedong dijo lo de “El pueblo chino se ha puesto en píe”, con sus gafas negras de sol, pequeña pero llamativa, esa mujer estaba allí, y no era un adorno.

¡Quién era esa mujer?

Si consultamos cualquier biografía de ella, lo primero que llama la atención es que todas caen en el tópico de resaltar que fue la segunda esposa de Sun Yat-sen, incluso en algunas de estas biografías la llaman “Madame Sun Yat-sen”. Seguro que lo del emparejamiento y colaboración con Sun Yat-sen (Primer presidente de la República de China) es un dato relevante en su biografía, pero hay que subrayar que ese matrimonio dura 10 años, -se casan el 25 de octubre de 1015 y él muere el 12 de marzo de 1925-.  Soong había tenido vida relevante antes y sobre todo después de esos años, por lo tanto, es un dato relevante en su biografía, pero uno más. Es tan relevante como el de ser una de las creadoras de la Constitución china, lo que aquí llamamos padres de la constitución, pero curiosamente en ninguna de esas biografías la llaman “madre de la Constitución China”. 

Rosamond Soong Ching-ling nació el 27 de enero de 1893 en el condado de Chuansha, en la ciudad de Shanghái, provincia de Jiangsu, en el seno de una rica e ilustrada familia de seis hermanos. Su entorno familiar era muy liberal para la China de aquella época. Al igual que sus hermanos, hablaba perfectamente inglés, al haber sido educada en ese idioma la mayor parte de su vida. Su nombre de pila en inglés era Rosamond. Su padre, Soong Yaoru, natural de la provincia de Hainan, era un predicador metodista que había estudiado en los Estados Unidos durante su juventud y que hizo fortuna como hombre de negocios. Era un estrecho colaborador/financiador de Sun Yat-sen, fundador del Kuomintang y primer presidente de la República de China, hoy es considerado como el padre de la China moderna. La madre de Soong Ching-ling, Ni Guizhen, natural de la provincia de Zhejiang, era descendiente de Xu Guangqi, un famoso científico de los tiempos de la dinastía Ming.

A los 14 años (1907) junto a sus dos hermanas y un hermano se van a estudiar a EE.UU. En aquella época las élites chinas y los intelectuales, buscaban conocer occidente, con el consciente o inconsciente deseo de superar el medievalismo en el que aún se encontraba su país, gobernado por la dinastía Qing.

Cuando llevan 4 años formándose y viviendo en el país americano, se produce en China uno de los acontecimientos históricos más importantes, el levantamiento de Wuchang que provocaría la caída del último emperador de la dinastía Qing. Aisin-Gioro Puyi, (conocido aquí por la película de Bertolucci) y la proclamación de la República de China en 1912. Este hecho, influye fuertemente en la estudiante ya formada y politizada en favor de la revolución democrática, y escribe un artículo en el periódico de su “College” con el potente y esclarecedor título de “El mayor acontecimiento del siglo XX”. En el mismo enuncia una frase de Napoleón donde este decía respecto a China: “Cuando China se mueva, ella moverá el mundo”. Dos visionarios, Bonaparte y Soong.

Finaliza sus estudios en el Wesleyan College de Macon, Georgia, y decide participar directamente en la revolución democrática de su país. Sustituye a su hermana Soong Ai-ling como secretaria de Sunt Yat-sen, con el que cómo hemos dicho, se casará en 1915. La cercanía de las hermanas al político era debido, como también hemos dicho, a que el padre de las mismas era, desde hacía años uno de los financiadores económicos de éste. Sabemos, además, por sus propios escritos, que Soong Ching-ling sabe que ese acercamiento la coloca en un espacio donde poder aportar efectivamente a la revolución democrática, lo que pone claramente de manifiesto que ya en ese momento histórico, nuestra protagonista tiene claro por qué, para qué, y dónde luchar. Escribe en concreto: “No me enamoré. Él ya era un héroe que yo había admirado desde la lejanía. Irme a trabajar para él fue una romántica idea de joven mujer, pero una buena idea, al fin y al cabo. Quería ayudar a salvar a China y el Dr. Sun Yat-sen era el único hombre que podía hacerlo. Así que decidí ayudarle.”

Situada por las circunstancias y por la determinación en el cuadro de mandos de la revolución democrática, la lucha por la libertad y la República, Rosamond ejerció con eficacia importantes responsabilidades dentro de la dirección del Partido Nacionalista Chino, del que Sun Yat-sen presidente del partido y de la joven República. 

Era una época convulsa, donde el objetivo de unificar China chocaba con terratenientes, o señores de la guerra que obligaban a sufrir muchas dificultades y reveses en la lucha. Hubo momentos de traiciones y golpes de estado, en uno de ellos en 1922 el ministro de la guerra se sublevó contra su propio gobierno y bombardeó la casa donde se encontraba el presidente, teniendo que salir el mismo junto con otros líderes huyendo desde Cantón actual Guanzhou hasta Shanghai para ponerse a salvo. Soong Ching-ling se quedó con los guardias de la mansión, y comandándolos dirigió la defensa, que permitió ganar tiempo para que los compañeros pudiesen huir hacia Shanghai. Bajo fuego intenso y atravesando líneas enemigas finalmente escapa, y es un momento histórico para ella, que marcará su vida, como mantiene su biógrafo que nos dirige a través de su vida, Israel Epstein*

Esta situación de estrés y violencia durante el combate, le produce un parto fallido que le deja estéril de por vida. 

No obstante, continua con sus responsabilidades en el Partido Nacionalista Chino, y continua con su posición de mujer avanzada a su época. En 1924 viaja a Japón donde da un discurso sobre emancipación de la mujer en la Escuela de Estudios Superiores de Kobe. Mostrando, cómo ella entendía el lugar que, dentro de la trasformación revolucionaria del mundo, debería ocupar la lucha por la liberación de la mujer. Y de nuevo Israel Epstein en su biografía, pone voz a parte de ese discurso: “¡Mujeres de Oriente y de Occidente, uniros para cambiar el mundo! ¡Uníos para exigir el desarme universal y la abolición de las políticas de discriminación, así como los tratados desiguales! Con certeza, las mujeres saldremos triunfando.”

Como podemos ir descifrando, no solo era una mujer avanzada a su época, tenía una posición política relevante, y ocupaba dentro del Partido Nacionalista, una de las posiciones más progresistas. 

Un año después de su viaje a Japón muere Sun Yat-sen, ella continuará trabajando en esa línea, y se convertirá en la primera defensora de la memoria de ese primer presidente de la República de China, profundizando y conservando su obra y legado, y defendiendo la famosa política, por él creada, de “tres políticas principales”: 1. Alianza con la URSS. 2. Cooperación con el Partido Comunista. 3. Ayuda a los campesinos y obreros. 

En 1926 en el II Congreso del Kuomingtang (El Partido Nacionalista lo había formado sumando a otras fuerzas patriotas y revolucionarias) fue elegida miembro de su Comité Ejecutivo. 

En 1927 el ala derecha de la formación dio un golpe, ocupando militarmente las ciudades de Najing y Shanghai, rompiendo con el Partido Comunista, en contra de la voluntad del resto de la formación. En el mes de julio Chiang Kai-shek desde esa posición de traición al Partido y a la República, inició una campaña sistemática de eliminación de comunistas, masacrando a decenas de miles de lideres sindicales, militantes del Partico Comunista y simpatizantes, que fueron pillados de sorpresa, confiados en su alianza con el Kuomintang.

Nuestra heroína se opone contundentemente a este golpe, decisión que con el tiempo se ha demostrado que pudo cambiar la historia de China, al cambiar la correlación de fuerzas, y el sucesivo desarrollo de las alianzas políticas de China. Protestó desde su posición en la dirección del Kuomintang, y denunció la decisión de esa ala derecha, calificándola de traición a los principios revolucionarios del líder recién fallecido y por ende del movimiento revolucionario hasta la fecha. Es el momento donde gracias a sus propios escritos podemos ver cuál es la determinación y posición, respecto al tema, al publicar su famosa “Declaración de Soong Ching Ling sobre la situación actual”, conocida como “Declaración de 14 de julio” muy reproducida y leída, donde decreta la ruptura con los renegados del Kuomintang.

La política de Sun Yat-sen es perfectamente clara. Si los líderes de nuestro partido no pueden llevar esta política a cabo, entonces ya no son auténticos seguidores de Sun Yat-sen, el partido ya no es un partido revolucionario, sino una herramienta en manos de uno u otro señor de la guerra.

De hecho, esta declaración de esta líder política supuso de facto, que el Ala izquierda de su partido se distanciase al menos momentáneamente de esa tendencia caínita y divisionista del movimiento revolucionario.

Este movimiento aparentemente táctico, pero que a la larga sería continuista con la estrategia del presidente Sun Yat-sen, es lo que acerca aún más a Soong Ching-ling al Partido Comunista de China. Un mes después de su declaración, se encuentra formando junto a los comunistas expulsados del gobierno, el “Comité Revolucionario del Kuomintang” donde es elegida junto a Zhou Enlai y una treintena de patriotas, miembro de su dirección. Es el momento donde apuestan por la insurrección de Nanchang para contrarrestar la campaña anticomunista de Chiang Kai-shek.

Es el momento en el que Soong Ching-ling, decide exiliarse en la URSS, para seguir defendiendo desde allí, su posición a favor de “las tres políticas principales” de Sun Yat-sen. En esta época se organiza con otros miembros del ala izquierda del Kuomintang, y desarrolla una actividad frenética viajando por Europa, participando en conferencias, congresos y todo tipo de eventos en defensa de sus propuestas. Entre otras responsabilidades es elegida miembro de la dirección del Comité Antifascista Mundial.

Un años después 1928, se instala en Berlín, estudia teoría revolucionaria, en septiembre del 1929 viaja a Francia, donde después de un breve encuentro en China con un representante de Chiang Kai-shek escribe otra importante nota sobre el encuentro, en la que pone públicamente de manifiesto que “La única manera de mantenerme en silencio es manteniéndome en la cárcel o matándome”.

En 1931 vuelve a China al entierro de su madre y permanece en Shanghái hasta 1937, año en que Japón invadió el norte y el este del país.

Durante estos años su actividad política le lleva a participar en la fundación de la Liga China de Protección de los derechos Civiles, en la que es elegida presidenta. En esta responsabilidad se empeña profundamente en defender presos políticos, liberar prisioneros y activistas, a apoyar a abogados detenidos por defender a los obreros, y a mujeres obreras de la industria textil de la ciudad, duramente represaliadas por exigir sus derechos. Y de nuevo podemos ver su compromiso en sus propios escritos de la época:

“¡Estamos listos para ir a la cárcel! ¡Queremos ir a la cárcel en aras de la salvación nacional! ¡Creemos que ésta es nuestra responsabilidad y nuestra gloria! Todos somos chinos. Todos queremos salvar a China de la destrucción. Siete líderes de la Asociación por la Salvación Nacional han sido arrestados, pero aún quedan 400 millones de personas, cuya ira patriótica y justa indignación no pueden ser eliminadas. ¡Que tengan cuidado los militaristas japoneses! ¡Pueden provocar el arresto de siete líderes, pero aún hay 400 millones de personas en toda China!”

Esta determinación, organización y compromiso consiguió en numerosas ocasiones doblegar al gobierno, y conseguir la liberación de muchos presos, y en concreto los siete de los que habla aquí.

Y no solo la lucha de la Liga, se circunscribió a nivel nacional, también luchaba por los derechos civiles a nivel internacional. En 1933, acudió, como presidenta de la Liga, al consulado alemán en Shanghái para hacer entrega de una protesta oficial por la persecución contra los judíos por parte de los fascistas alemanes. Cómo vemos toda una adelantada a la época, y con una activa y eficiente lucha durante estos años de 1931 a 1937.

 El 13 de agosto de 1937, el ejército japonés ataca la ciudad de Shanghái, iniciándose la guerra de resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa. Soong Ching-ling se refugia en Chongqing, la capital del gobierno chino durante la guerra. En sintonía con el Partido Comunista, Soong Ching-ling era de la creencia que el pueblo chino debía unirse para resistir a la agresión japonesa. Por ello se opuso con vehemencia a la política del gobierno del Kuomintang, que abogaba por la “pacificación interna antes de resistir a la invasión extranjera”. En noviembre de 1937, Soong Ching-ling publica la Declaración sobre la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista, haciendo un llamamiento para que ambos partidos cooperen de nuevo. Su llamamiento al final consiguió sus objetivos, Mao Zedong en respuesta a la propuesta, le responde con una carta donde reconoce su gran valía, su acertada propuesta. Y lo que es más importante, la reconoce que, desde la muerte de éste, solo ella y los camaradas del PCCh, pueden llevar adelante el espíritu revolucionario y la salvación nacional del Dr. Sun Yat-sen, con lo que la está reconociendo como abanderada de esa lucha.

Reconocida ya, no solo en una activista de los derechos civiles, si no como una dirigente de la lucha patriótica contra la invasión japonesa, Soong Ching-ling escribe otro de sus artículos históricos, que sirven para orientar a sus compañeros, al pueblo chino, y al resto de seguidores  nivel mundial. Su título lo dice todo, “China inconquistable”, donde dice: 

“La mayor fuerza de China reside en el despertar de sus masas. Con el inmenso territorio de China, rico en recursos naturales, con una población de 400 millones de habitantes, el poder del Japón no es más que un tigre de papel. Las estructuras económicas y sociales japonesas no pueden sostener una guerra de larga duración con el pueblo chino. ¡No! China no podría ser derrotada, aunque tuviera que luchar sola contra el Japón. Y China no estará sola. Porque China goza de la simpatía de todo el mundo.”

Volvemos a ver de nuevo, su valía como estratega, su eficacia como dirigente y su acumulación de experiencia y conocimientos durante todos estos años previos de lucha. 

En ese compromiso de combate contra la invasión, y con el fin de utilizar todos los contactos internacionales que ha ido tejiendo a lo largo de sus viajes y responsabilidades en 1938 funda una herramienta esencial para esa batalla contra la invasión, la LIGA DE DEFENSA DE CHINA, y desde ella llamó a todo el mundo, a ayudar a esa lucha. Recabó apoyos financieros y materiales para la victoria militar del pueblo chino, viajó a los frentes para apoyar a los combatientes, formo unidades sanitarias. Es aquí donde aparecen colaborando con la causa, Israel Epstein, Norman Bethune y sus los médicos “españoles”*, George Hatem y un largo etc. en el campo sanitario, y lo mismo en el cultural. 

Asimismo, gracias a la ayuda de Rewi Alley, Edgar Snow y otros amigos extranjeros, Soong Ching-ling promovió el movimiento cooperativo industrial “Gung Ho”, el movimiento tenía por objetivo reavivar la industria armamentística y resolver los problemas de desempleo en China poniendo en marcha cooperativas industriales. El movimiento “Gung Ho” logró una cuantiosa ayuda internacional para la guerra de resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa. En 1941, Soong Ching-ling inicia en Hong Kong la campaña “Un tazón de arroz”, gracias a la cual consigue obtener cuantiosas donaciones, que entrega en su totalidad al movimiento “Gung Ho”, con el fin de socorrer a los heridos y a los refugiados de guerra.

Cómo vemos, desde el punto de vista intelectual, hasta en lo práctico nuestra heroína se mantuvo activa durante la contienda, no parando, ni cuando se consiguió la gran victoria contra el Japón. 

Terminada la agresión extranjera de nuevo el Koumintang rompe con la unidad nacional y desencadena de nuevo una guerra civil, sin apenas dar tiempo a un suspiro. De nuevo Soong Ching-ling vuelve a publicar un nuevo llamamiento en forma de artículo titulado “Declaración sobre la promoción de un gobierno de coalición y el llamamiento al pueblo americano para que detenga la entrega de ayuda militar al Kuomintang por parte del gobierno estadounidense”, basándose en su idea clara de que el entendimiento con los comunistas era imprescindible para construir la nueva China liberada.

De nuevo en esta guerra civil, intentó con sus dos instrumentos, las dos Ligas creadas y dirigidas por ella, seguir consiguiendo los fondos destinados a la asistencia social en China, con lo que poder paliar la lastimosa situación de tantos huérfanos dejados por las guerras.

Como vemos la defensa de las mujeres, de la cultura y de la infancia van apareciendo poco a poco a lo largo de su lucha, cuestiones estas que décadas después se concretarían en la creación de la Fundación que lleva su nombre. 

Esta nueva guerra civil, terminará en 1949 con la victoria el Ejército Popular de Liberación, sobre las tropas del Kuomintang apoyadas por los EEUU.

Cómo no podía ser de otra manera, el 1 de octubre de ese año, Soong Ching-ling, con sus gafas de sol negras, aparece en el palco del Palacio Imperial, junto a personalidades y dirigentes del Partido Comunista, al lado de Mao, junto a Zhou Enlai y Zhu De, en la gran ceremonia de la fundación de la República Popular China. Reconocimiento su grandiosa aportación en ese histórico triunfo, y en reconocimiento a su papel, como figura única e imprescindible que consiguió unir junto a los comunistas al resto de patriotas que, sin ser comunistas, apostaron por liberal china del fascismo y del imperialismo, llevando a la práctica, la idea original de las tres políticas del padre fundador de la República China. Uniendo de este modo la revolución democrática con la socialista. Vamos todo un hito histórico y personal, al haber visto como los esfuerzos de Sun Yat-sen dieron sus frutos.

En septiembre de ese año, había participado en a I sesión plenaria de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo China, (CCPPCh) donde fue elegida una de los seis vicepresidentes del Gobierno Central de la RPCh, ocupando el cargo desde 1949 a 1954. En 1953 participó en las elecciones para la Asamblea Popular Nacional (APN) y como no podía ser de otra manera, fue elegida diputada por su ciudad.

En ese mismo año publicó una recopilación de sus obras, bajo el título de “La lucha por una nueva China”,

En 1959 renunció a sus cargos de vicepresidenta de la Comisión Permanente de la APN y de vicepresidenta de la CCPPCCh, y fue nombrada VICEPRESIDENTA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA, cargo que fue renovado en 1965. Cómo vemos mucho antes de que hubiera una vicepresidenta en USA, o primera ministra en Gran Bretaña, Soong Ching Ling, ocupó por méritos propios ese cargo, en el país más poblado de la tierra. Es más, fue presidenta de la República Popular China entre 1968 y 1972, y Presidenta de Honor de la República Popular China entre el 16 de mayo y el 28 de mayo de 1981, fecha de su muerte.  Una gran personalidad política sin duda, que merece su reconocimiento en occidente. 

En 1982 fue fundada la Soong Ching Ling Foundation, renombrada después China Soong Ching Ling Foundation en 2005 (CSCLF), por iniciativa de dirigentes del Estado como Deng Xiaoping, Liao Chengzhi y Kang Keqing. Todos los presidentes de la República Popular China han formado desde entonces parte de su patronato. Deng Xiaoping, cuando dimitió de todos sus cargos, el único que conservó, fue el de miembro de la Fundación. La CSCLF se dedica a promover el espíritu de Soong Ching-ling y seguir con la obra de toda su vida, rigiéndose por los tres principios de “ser benéficos para salvaguardar la paz mundial, promover la reunificación del país (a través del fortalecimiento de los intercambios a través del estrecho de Taiwán) y trabajar duro por las futuras generaciones.”

 La CSCLF trabaja por la amistad entre los pueblos y se centra en los intercambios culturales con otros países, es el caso con el que llegamos al acuerdo firmado entre ésta y la Fundación Cátedra China, que, en este verano, visitará la Fundación con la primera delegación de 11 jóvenes españoles de entre 13 y 16 años.

*1.Para mayor profundización en la figura de nuestra heroína, recomendamos consultar la biografía de Israel Epstein, Woman in World History; The Life and Times of Soong Ching-ling. 

*2. Norman Bethune y “Los médicos Españoles”. Aunque el grupo sanitario que acompañó al médico de España a China, no eran españoles, al llegar desde España, al haber apoyado a la República, en China se les conoció como los médicos españoles.  

https://cultura.cervantes.es/pekin/es/Norman-Bethune:-de-Espa%C3%B1a-a-China/118609

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