En los últimos días hemos conocido que la comisaria alemana de protección de datos, Meike Kamp, ha solicitado a Apple y Google que eliminen de sus tiendas la app DeepSeek. ¿El motivo? La sospecha de que la aplicación transfiere datos de usuarios europeos a servidores en China sin ofrecer garantías suficientes según el RGPD.
A primera vista, esta decisión puede parecer lógica si se trata de proteger la privacidad. Pero si analizamos el contexto técnico, político y estratégico, queda claro que prohibir el acceso a DeepSeek sería un error con efectos negativos para la innovación, la competencia y la autonomía tecnológica en Europa.
Una IA eficiente, potente y abierta
DeepSeek no es una herramienta más de inteligencia artificial. En enero de 2025, lanzó el modelo DeepSeek R1, un fenómeno que fue capaz hasta de impactar en los mercados de valores de todo el planeta, al alcanzar un rendimiento comparable al de los grandes modelos, con unos recursos y un presupuesto bastante reducido, demostrando una eficiencia extraordinaria.
DeepSeek apostó por un modelo de código abierto y utilizó licencias también abiertas lo que permite que universidades, empresas y administraciones de cualquier país puedan utilizarlo para desarrollar sus propios sistemas.
¿Y qué pasa con los datos?
Para explicarlo de forma sencilla, cuando accedemos a los servidores de cualquier empresa para utilizar un modelo de IA (a través de su web o su app) cedemos datos a esas empresas. La app oficial de DeepSeek recopila información como la IP, o el contenido de las conversaciones, datos se envían a servidores en China. Esto es lo que ha generado, preocupación legítima sobre el cumplimiento del RGPD y la privacidad de los datos.
Pero hay matices importantes que no deben pasarse por alto:
La transferencia internacional de datos es una práctica común en la economía digital. Muchas empresas estadounidenses y europeas también transfieren datos a terceros países, y existen mecanismos como las cláusulas contractuales tipo y acuerdos de privacidad para mitigar riesgos.
DeepSeek permite el uso de versiones en local, donde no se transfiere información fuera del dispositivo, es decir, los desarrolladores de pueden utilizar el modelo gratuitamente sin conexión a internet y sin enviar los datos a ningún sitio.
Europa podría exigir que para operar en su territorio se utilizara el modelos alojado en servidores europeos, cifrado fuerte, control local y auditorías independientes. Y con ello, el problema de la protección de datos desaparecería al aplicarse las leyes europeas.
No olvidemos que esta adaptación se ha hecho con otras herramientas y aplicaciones antes.
Censura política: un problema técnico que puede resolverse
Otra de las críticas ha sido que DeepSeek, como otros modelos entrenados en China, aplique filtros a temas sensibles, algo que hacen todas las grandes plataformas, que filtran contenido, en función de su marco legal o valores.
La diferencia es que DeepSeek ofrece versiones open-source, lo que permite modificar o eliminar estos filtros. En Europa, sería factible y deseable exigir versiones auditables, sin censura política y alineadas con nuestros principios democráticos y técnicamente, el propio modelo lo facilita.
La respuesta adecuada no es prohibir por si acaso, sino aplicar mecanismos de transparencia, exigir declaraciones legales, e investigar si hay indicios sólidos. No hacerlo alimenta un clima de desconfianza injustificada que podría aplicarse también a empresas europeas o americanas bajo otros contexto, lo que abriría un precedente peligroso.
Meike Kamp, solicitó la retirada de DeepSeek “por no demostrar que los datos de usuarios alemanes están protegidos en China con un nivel equiparable al exigido por la Unión Europea”, es decir, que, hasta el momento, las preocupaciones se centran en riesgos potenciales y no en abusos demostrados o incidentes concretos de mal uso de datos personales de ciudadanos europeos.
Posibles medidas beneficiosas para Europa
Es cierto que DeepSeek ha sido vetada en Italia, Países Bajos, Australia, Corea del Sur y en organismos de EE.UU., pero por todos es sabido que muchas de esas decisiones se basan en un contexto de rivalidad tecnológica, no en análisis técnico ni legal.
Europa debe ser firme en su exigencia de cumplimiento legal, pero también coherente: si un modelo puede adaptarse a nuestras normas, no tiene sentido prohibirlo solo por su país de origen.
Regular, no excluir
En lugar de cerrar la puerta a DeepSeek, Europa debería aprovechar la oportunidad para marcar el camino hacia un ecosistema de IA más transparente, auditado y diverso.
Como decíamos antes, el propio modelo lo permite y además de forma gratuita y sin restricciones, por lo que Europa podría tomar medidas fáciles de aplicar como
• Exigir que sus modelos operen desde infraestructura localizada en la UE.
• Auditar públicamente el comportamiento de sus respuestas, para eliminar censura indebida.
• Supervisar sus prácticas de seguridad y gobernanza de datos.
• Aplicar sanciones si incumple, pero permitir su participación mientras se adapte.
Si DeepSeek está dispuesta a colaborar con los reguladores europeos para mejorar sus políticas de privacidad y transparencia, en lugar de una prohibición inmediata, se podría establecer un periodo de adaptación para que la empresa cumpla con los requisitos del RGPD, permitiendo así la innovación bajo supervisión regulatoria, en lugar de frenar el acceso a desarrolladores e investigadores europeos a modelos eficientes y asequibles.
No olvidemos que la diversidad de proveedores de IA puede reducir la dependencia tecnológica de Europa respecto a un solo bloque geopolítico.
Conclusión
La privacidad importa. La seguridad importa. Pero también importa tener un ecosistema tecnológico plural, transparente y competitivo. DeepSeek puede y debe cumplir con los requisitos europeos. Y Europa, en lugar de levantar muros, debería construir reglas claras que garanticen derechos sin frenar la innovación.
No se trata de aceptar cualquier cosa sin garantías. Se trata de exigir condiciones, auditar el cumplimiento… y abrir las puertas a una inteligencia artificial que puede fomentar la innovación tecnológica en Europa y ayudar al continente a ser competitivos a nivel mundial.
Regular, sí. Excluir, no.