Cantos, danzas, música folclórica y clásica para reflejar la diversidad y la riqueza cultural de Xinjiang, la región más al noroeste de la República Popular de China y que tiene frontera con hasta ocho países. Esa posición geográfica, y donde hasta casi un 50% de la población pertenece a una de las etnias minoritarias oficiales de China, los uigures, es lo que hace a esta región, por la que transcurría la Ruta de la Seda y que ahora es un punto de conexión entre China y Europa, contar con el arte Muqam uigur. Es una expresión artística que combina música, danza y literatura popular para contar la historia y las tradiciones del pueblo uigur shufu y que figura en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO desde 2005.
Un reconocimiento que llegó no solo por su valor artístico sino porque en esta región el arte se utiliza como herramienta para fortalecer la comunidad y consolidar la cohesión étnica a través de tradiciones compartidas entre los pueblos de Asia central como Kazajistán, Uzbekistán y Kirguistán, de donde también provienen formas similares de arte musical, reflejando el carácter multicultural de la Ruta de la Seda.
Una historia milenaria que a día de hoy, y para mostrar al mundo los orígenes de Xinjiang, se representa día a día en Kashgar -una ciudad de Xinjiang al oeste del desierto de Taklamakán- la apertura de la ciudad antigua. Una ceremonia con bailes y música tradicional uigur que dan paso a una ciudad que en la actualidad mantiene el estilo artístico único de la arquitectura uigur. Un encrucijado de calles tortuosas y estrechas que en su día fue lugar de intercambio de sedas, metales y especies y que a día de hoy, con diversos comercios, queda reflejado la historia de más de 2000 años de vida de una ciudad clave en la Ruta de la Seda.


La cultura uigur mezcla además música, con cantos profundamente arraigados en el folclore local, y baile acompañado por trajes coloridos e instrumentos tradicionales como el rawap, el tambur, el dutar y el ghijek, fabricados en parte en el Pueblo de instrumentos étnicos de Shufu. Allí trabajan con la idea de la importancia de transmitir esta herencia cultural a las generaciones futuras elaborando más de 50 tipos diferentes de instrumentos tradicionales.
En esta región, con una cultura uigur muy arraigada, el arte Muqam cobra una importancia grande que pasa de generación en generación, ya que no solo es una forma de expresión artística sino una expresión de identidad y tradición en la diversa cultura china. Con esa mentalidad, el Conservatorio de Xinjiang enseña a sus estudiantes no solo a tocar los instrumentos tradicionales de la zona y a interpretar los distintos estilos del Muqam, sino también el rol que juega la enseñanza artística en la preservación de este patrimonio cultural inmaterial.

Es por lo que el conservatorio es una de las instituciones educativas más importantes del noroeste de China al tener como misión clave el preservar, estudiar y enseñar las artes tradicionales de las minorías étnicas, en especial del pueblo uigur. Un centro donde los estudiantes aprenden tanto la técnica como el valor espiritual y cultural de cada expresión artística.