El proceso de creación de un plan quinquenal es complejo y refinado, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) hace revisión de los planes quinquenales anteriores para revisar si estos planes han obtenido sus objetivos, de la revisión del anterior plan se hacen y redactan los objetivos a realizar, también se le pide en estos últimos años al público chino a dar sugerencias al plan, después es inspeccionado por expertos de económicos, educación, expertos industriales, etc., y después este documento es enviado al Comité Central del Partido Comunista de China que lo ejecutara, finalmente la asamblea popular nacional la termina autorizando para su aplicación en los próximos 5 años.
En el recuadro puede verse una imagen del Primer Plan Quinquenal (1953-1957) [1]. elaborado bajo el presidente Mao Tse-Tung, el primer ministro Zhou Enlai y otros veteranos revolucionarios. Pocos años después de la proclamación de la República Popular China, la nación estaba preparada para embarcarse en un programa intensivo de crecimiento industrial y socialización.
Introducción: el balance del XIV Plan Quinquenal (2021–2025)
El XIV Plan Quinquenal[2] representó una etapa clave en la estrategia de modernización socialista de la República Popular China. Durante este periodo, Pekín consolidó su crecimiento económico con una media cercana al 5,5 % anual, a pesar de la pandemia, la volatilidad del comercio global y la presión de las tensiones geopolíticas. El propósito de este plan fue cambiar el modelo de crecimiento económico del país, enfocado en las exportaciones, a uno de circulación dual y de consumo interno fortalecido con la apertura exterior. Esta estrategia permitió a la economía china resistir bien los impactos externos y avanzar en un modelo menos dependiente del comercio mundial.
Asimismo, el plan impulsó sectores estratégicos como la inteligencia artificial, los semiconductores, la computación cuántica y las telecomunicaciones 5G, consolidando a China como actor central en la competencia tecnológica global. En paralelo, se fijaron metas de transición energética y expansión de energías limpias, con un compromiso de aumentar la proporción de energía no fósil en la matriz nacional.

El balance de 2021–2025 muestra una China más flexible, fuerte y tecnológicamente avanzada, así como mejor posicionada para enfrentar los desafíos de la próxima década.
El XV Plan Quinquenal (2026–2030): proyecciones y ejes estratégicos
El plan que regirá de 2026 a 2030 se encuentra en fase de elaboración y marcará el rumbo hacia la meta de la “modernización socialista” prevista para 2035. Sus líneas de acción prioritarias giran en torno a:
- Consolidación de las “nuevas fuerzas productivas”: La innovación tecnológica, manufactura avanzada, biotecnología, energías limpias y digitalización de la economía serán sus pilares centrales.
- Autosuficiencia tecnológica y seguridad nacional: Ante un entorno internacional marcado por la rivalidad con Estados Unidos y las actuales políticas de restricciones comerciales provenientes del exterior, Pekín redoblará la inversión en investigación y desarrollo para reducir su dependencia de las importaciones más críticas.
- Consumo interno y cohesión social: Se fortalecerá el mercado doméstico, con políticas de empleo de calidad, urbanización equilibrada y desarrollo de servicios sociales avanzados.
- Sostenibilidad y neutralidad de carbono: El plan será decisivo para preparar a China de cara a la meta de neutralidad de carbono en 2060, promoviendo energías renovables, la electrificación del transporte y la innovación en eficiencia energética.
- Apertura internacional selectiva: China buscará ampliar su influencia en el Sur Global mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta, concertando asimismo acuerdos de cooperación tecnológica, al tiempo que diversifica sus vínculos comerciales más allá de Occidente.
Las directrices del plan buscan consolidar “nuevas fuerzas productivas” —alta tecnología, biotecnología, energías renovables y digitalización— que le permitan reducir la dependencia externa y acelerar la transición energética. Geoestratégicamente, esto supone reforzar su autonomía frente a EE. UU., ampliar su influencia en el Sur Global y proyectarse como un modelo alternativo en la reconfiguración del orden internacional.
Los ejes centrales incluyen la consolidación de las llamadas “nuevas fuerzas productivas”, así como una apuesta firme por la autosuficiencia tecnológica.
El XIV Plan Quinquenal (2021-2025) recibió más de un millón de sugerencias online de trabajadores, empresarios, estudiantes, académicos y campesinos de todos los rincones del país. Para el nuevo Plan Quinquenal, se ha puesto en marcha un plan digital de consultas más ambicioso, organizándose simultáneamente simposios públicos y encuentros presenciales.

Propuestas populares al XV Plan Quinquenal
El gobierno pretende así integrar el diseño de alto nivel con la búsqueda de asesoramiento del público, la mejora de la investigación, el debate y la creación de un amplio consenso. Desde el propio gobierno explican que los planes de desarrollo ya no se escriben “a puerta cerrada”, sino que se elaboran después de varios meses de consultas, aprovechando la información obtenida en plataformas digitales, foros especializados, encuestas y en reuniones con ciudadanos de a pie.
De forma resumida, podemos sacar de momento tres conclusiones geoestratégicas:
1. China refuerza su autonomía estratégica
El énfasis en la autosuficiencia tecnológica y en las “nuevas fuerzas productivas” indica una transición de China hacia un modelo menos vulnerable a sanciones y bloqueos externos. Esto le permitirá mantener un margen de maniobra frente a la competencia con Estados Unidos y consolidar un poder estructural basado en la innovación propia.
2. Mayor proyección en el Sur Global
La combinación de una apertura internacional selectiva y de la cooperación sur-sur fortalecerá la presencia china en Asia, África e Iberoamérica. Estos lazos no solo garantizan mercados y recursos, sino también consolidan apoyos políticos en foros multilaterales, equilibrando el peso occidental en la gobernanza global.
3. Competencia sistémica y redefinición del orden internacional
El XV Plan Quinquenal se inscribe en un contexto de fragmentación global. La apuesta por combinar la resiliencia doméstica con el liderazgo tecnológico convierte a China en un polo alternativo de modernidad económica.
La década 2026–2035 será decisiva para comprobar si el modelo chino logra consolidarse como un referente frente al paradigma liberal-occidental.
[1] Wikipedia. Plan Quinquenal (República Popular China)
[2] Actualmente se llaman directrices del gobierno chino para alcanzar los objetivos de crecimiento económico a largo plazo.