China, con Beijing a la cabeza, utiliza la inteligencia artificial de forma práctica y estratégica. No se trata de adoptarla como una herramienta más, sino de convertirla en un motor para nuevos proyectos y en una herramienta real para el desarrollo de las fuerzas productivas a largo plazo. Para lograr este objetivo, la mera integración tecnológica en la vida cotidiana no es suficiente; es imperativo formar a las generaciones más jóvenes, dotándolas de las competencias necesarias para el futuro. Es decir, es crucial incorporar la tecnología en el sistema educativo.
Es por ello que más de 1400 escuelas de Beijing han introducido la inteligencia artificial en sus aulas a través de cursos diseñados para que los estudiantes experimenten con la tecnología mediante proyectos vinculados a situaciones reales. Según la Comisión Municipal de Educación de Beijing, esta nueva asignatura busca que los alumnos adquieran conocimientos básicos y comiencen a familiarizarse con los conceptos de la inteligencia artificial.
Esta iniciativa responde a la directriz emitida por el Ministerio de Educación chino en 2024, que instaba a mejorar la educación en inteligencia artificial en las escuelas. El propósito es fomentar la colaboración entre la industria, el mundo académico y la investigación, con el fin de formar una generación altamente competente tecnológicamente. La meta última es posicionar a China a la vanguardia de la carrera global por la IA y despertar el interés de los estudiantes por las carreras técnicas y de ingeniería.
En la práctica, las escuelas de primaria y secundaria de Beijing ofrecen, desde los seis años, un programa que supera las ocho horas de formación en IA. Este plan representa un paso más en la estrategia china y segmenta el aprendizaje de esta tecnología por grupos de edad.
Mientras que para los alumnos de primaria se priorizan los cursos para que los alumnos conozcan los conceptos básicos de la tecnología, los de secundaria aprender a usar la inteligencia artificial en su aprendizaje y vida diaria. Asimismo, también se ofrecen para los alumnos de los últimos cursos formación para fomentar la aplicación innovadora de la inteligencia artificial.
A través de estas formaciones, que pueden integrarse en asignaturas existentes o impartirse como materias independientes, se busca que los estudiantes desarrollen habilidades esenciales en áreas como el aprendizaje automático, la robótica y la automatización.
Los orígenes de esta medida se remontan al «Plan de Desarrollo de la Inteligencia Artificial de Nueva Generación», publicado en el verano de 2017. En este documento fundacional, el gobierno chino ya instaba a todas las administraciones a integrar la IA en la educación, reflejando la ambición del país de convertirse en el líder mundial para 2030.
El plan identificó la formación de talento como un pilar fundamental. Instruía a «alentar a los colegios y universidades a ampliar los contenidos educativos sobre IA, formar un nuevo modelo de formación profesional compuesto por ‘inteligencia artificial + X’ y prestar atención a la integración transversal» con disciplinas como matemáticas, informática, derecho o sociología. Asimismo, abogaba por «fortalecer la cooperación entre la industria, la academia y la investigación» y recalcaba que la «construcción de equipos de talento de alta gama» era la «máxima prioridad», subrayando que la IA «trae nuevas oportunidades para la construcción social».
