Alquimia y Medicina Tradicional China

La alquimia europea nació y se desarrolló entre los siglos I–II d.C., en Alejandría ya como colonia romana, ciudad fundada por Alejandro Magno en el 332 a.C.

Cuando pensamos en la palabra ‘alquimia’, rápidamente llegan a nuestra mente palabras como ‘crisopea’ (la búsqueda del oro alquímico), ‘la Gran Obra’, ‘el Elixir’, ‘la Piedra Filosofal’, etc. Y personajes como Jabin-Ibn-Hayyan (760-815), conocido posteriormente en Europa como Geber, que inventó ‘el agua regia’ (mezcla de ácido nítrico y ácido clorhídrico imprescindible para la purificación del oro) y que desarrolló técnicas como la destilación y la calcinación; Al-Razi, conocido como Rhazes (siglo IX); o en la Europa cristiana, Roger Bacon (siglo XIII), con su Speculum Alkimie Minus,o el famoso Paracelso en el siglo XVI (con su Spagyria).

Según la RAE, la palabra ‘alquimia’ proviene del árabe alkímya o al-khīmiyā, y este término, a su vez, del griego, chymeía ‘mezcla de líquidos’. Dado el origen árabe de la palabra, en el imaginario colectivo europeo se ha considerado la alquimia como originaria del mundo islámico. Nada más lejos de la realidad.

En verdad, hay dos tipos de alquimia: la europea y la china.

La alquimia europea nació y se desarrolló entre los siglos I–II d.C., en Alejandría ya como colonia romana, ciudad fundada por Alejandro Magno en el 332 a.C. y verdadero vórtice neurálgico del saber de la Cuenca Mediterránea que atraía a los sabios de África, Oriente Próximo y Europa. Originalmente estaba compuesta por diferentes escuelas filosóficas y religiones: neoplatónica, estoica, hermética, copta, cristiana, hebrea y egipcia. Desde allí y, sobre todo, gracias a la expansión musulmana del siglo VII, la alquimia llegó a Europa, donde se afianzó.

Tuvo un gran impacto en la cultura europea, hasta el punto que fue considerada como una filosofía natural al mismo nivel de las otras ciencias, como la medicina, las matemáticas y la filosofía, por ejemplo. Durante los siglos XVIII–XIX, tuvo su máxima expresión, siendo la temática más publicada en aquella época, muy por encima de cualquier otra ciencia. Como curiosidad, añadir que el laboratorio fue una creación de la alquimia y que Newton (1642–1727), padre de la física moderna, fue un gran alquimista en la sombra, ya que sólo se revelaron sus prácticas alquímicas después de su muerte.

No obstante, la alquimia tampoco nació en la Alejandría romana: nació en China, aproximadamente en los siglos V–IV a.C., en la época de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.) y perdura hasta hoy en día integrada en el taoísmo, en el Tai Ji Chuan, en el Qi Gong, en el Wu Shu (artes marciales chinas) y en la Medicina China. O sea, la alquimia china es entre cinco y seis siglos más antigua que la alquimia alejandrina o europea.

Así pues, tendría sentido pensar que la alquimia china, al ser mucho más antigua que la europea, fuera la que inspirase a la europea. En verdad, no hay pruebas arqueológicas que lo demuestren palmariamente; no obstante, sí es llamativa la similitud de los alambiques chinos con los alejandrinos, así como el hecho de que se encuentren trazas del pensamiento alquímico chino en la alquimia europea, lo cual merece un estudio muy exhaustivo. Más allá de eso, sólo hay especulaciones.

El libro más antiguo de alquimia china que nos ha llegado hasta hoy en día es el Tratado de los Tres Principios o Zhouyi Cantong Qi (参同契), también conocido como «El Parentesco de los Tres de acuerdo con el Libro de los Cambios». Fue escrito por Wei Po Yang y publicado en el año 142 d. C. 

La alquimia china nace y se desarrolla siempre dentro del taoísmo sin influencias externas de ningún tipo. Hay dos tipos claramente diferenciados, a saber:

  • Waidan (wàidān, 外丹, alquimia exterior)
  • Neidan (nèidān, 內丹, alquimia interior)

El término Dān (丹, ‘Alquimia’) significa literalmente «Cinabrio»: Elixir de Inmortalidad. Los fundadores míticos de la alquimia china fueron Laozi (s. VI a. C.), Zhuangzi (c. 369-286 a. C.) y Zhang Daoling o [Fuhan] (s. I-II) y sus orígenes filosóficos y materiales provienen aproximadamente del II-I milenio a. C.; es decir, de los más profundos orígenes de la civilización china.

Alquimia exterior (waidan). Fabricación de ‘elixires’ fuera de nuestro cuerpo. 

  • Principalmente, se utilizaba el cinabrio, que es un sulfuro de mercurio compuesto por mercurio y azufre, representado por la fórmula química HgS.
  • Ha desarrollado la ciencia y la tecnología en todos los campos, especialmente la medicina y la metalurgia.
  • Ha servido para hacer ‘oro falso’ con fines exclusivamente lucrativos, (y también plata). Cuestión que pronto fue erradicada por los Emperadores.
  • Ha potenciado la farmacopea china, otorgando salud y longevidad: macrobiótica china.
  • Necesaria para alcanzar la inmortalidad.

Alquimia interior (neidan). Fabricación de ‘elixires’ dentro de nuestro propio cuerpo.

  • El desarrollo y unificación de cuerpo, mente (racional y emocional) y espíritu como vía de desarrollo espiritual y autocultivo.
  • Alcanzar la inmortalidad (taoísmo, budismo Chan y neoconfucianismo [los Tres Puros: Laozi, Buda y Confucio]).
  • Artes marciales externas, como herramienta de autodefensa, consolidación de la salud y adquisición de poderes marciales extraordinarios.
  • Artes marciales internas, como vía de autocultivo interior, que incluye la conquista de la salud y la longevidad (Tai Ji Quan, Yang Sheng y Qi Gong).
  • Arte Zen.

Repercusiones de la alquimia en la historia de China

Los verdaderos alquimistas (y en general la mayoría de los taoístas) permanecían lejos de la Corte Imperial y de los centros de poder, mientras que no pocos advenedizos aprovecharon la popularidad de la alquimia a título personal. El resultado fue una larga lista de Emperadores y altos cargos accidentalmente envenenados por sus propios alquimistas:

  • La primera víctima fue el primer Emperador de China: Qin Shi Huang (秦始皇, Qín Shǐhuáng), que vivió 49 años (259 a. C. – 210 a. C.).
  • Durante la dinastía Tang (618–907), cinco emperadores y múltiples ministros murieron envenenados por el mercurio y el arsénico.

Xianzong (r. 805–820)

Muzong (r. 820–824)

Jingzong (r. 824–827), asesinado por los eunucos con waidan.

Wuzong (r. 840–846)

Xuanzong (r. 847–859)

  • El emperador Yongzheng (1678-1735) fue el cuarto emperador de la dinastía Qing. Murió a los 57 años de edad.

En Medicina Tibetana (hoy es parte de la Medicina Tradicional China) hay una técnica llamada ‘lavado del mercurio’ con la que los especialistas proclaman que no sólo se quita la toxicidad del mercurio que se encuentra en el cinabrio; sino que además es un potente fármaco.

La MTC ha heredado de la alquimia externa Waidan (wàidān, 外丹) las técnicas de procesado de los alambiques, consiguiendo preparaciones de productos farmacológicos profundamente refinados que son la esencia de la farmacopea china. Hay que destacar, por ejemplo, que fue China el primer lugar en el mundo en el que se utilizaron metales para ingerir como medicina sin que éstos fueran tóxicos, ya que habían sido previamente tratados. Las farmacopeas egipcia y mesopotámica utilizaban metales como medicinas con usos exclusivamente externos, porque no conocían la forma de eliminar la toxicidad de los metales. Esta dinámica continuó en Europa hasta que Paracelso en el siglo XVI creara la iatroquímica, integrando los metales tratados a su propia farmacopea.

Igualmente, juegan un papel muy importante en la alquimia externa los alimentos macrobióticos; es decir, los productos que en su forma natural o tras ser procesados, tienen propiedades farmacológicas destacables, a saber:

  • Ginseng (Panax ginseng, 人参 – Rénshēn)
  • Reishi (Ganoderma lingzhi, 灵芝 – Língzhī)
  • Shitake (Lentinula edodes, 香菇 – Xiānggū)
  • Maitake (Grifola frondosa, 舞茸 – Wǔrōng)
  • Agua de mar destilada, siglo VIII

La farmacopea china también incluye la dietética, donde podemos mencionar:

  • Bayas de goji (Lycium barbarum)
  • Soja amarilla o verde
  • Tofu
  • Seitán
  • Cocina al vapor, fermentos y encurtidos
  • Bebidas alcohólicas (VII milenio a. C.).

La elaboración de estos productos constituye una alquimia externa, porque toma de la naturaleza elementos que, procesados en mayor o menor medida, tienen efectos macrobióticos (como súper alimento o medicina) para la salud humana.

La MTC ha heredado de la alquimia interior Neidan (nèidān, 內丹) las artes marciales (internas) como vía de autocultivo interior, que incluye la conquista de la salud y la longevidad (Daoyin, Tai Ji Quan, Yang Sheng y Qi Gong). Todas estas disciplinas regulan la circulación de la energía (气, Qi) en el cuerpo. Son ejercicios en los que el paciente se convierte en el actor de su propia salud, tomando responsabilidad de su estado gracias a los beneficios que día a día va obteniendo con las prácticas de cualquiera de las disciplinas mencionadas. Todas estas disciplinas, en su trabajo diario, integran cuerpo, mente y espíritu, lo cual favorece todas las facetas de la complejidad humana.

En MTC se trabaja siempre desde un punto de vista global y holístico: sistémico. Porque no existen enfermedades locales. Los síntomas locales no son más que los indicadores físicos de que un sistema (en su parte más vulnerable) está afectado. Así, los procedimientos alquímicos exteriores (combinados de plantas medicinales y nutrición) o las prácticas alquímicas interiores (Qi Gong, etc.) nos conducen al equilibrio de los opuestos complementarios yin-yang y a la correcta gestión de la salud.

La alquimia en Europa ha desaparecido, sirviendo sólo como temática novelística o cinematográfica. Por el contrario, aunque en China ya no hay (que se sepa) taoístas perdidos en las montañas que busquen la inmortalidad, la alquimia sí está plenamente en vigor en el interior de la Medicina Tradicional China, siendo un pilar irrenunciable y, en última instancia, una extensión más de la filosofía y metafísica taoísta, que es el verdadero núcleo de la Medicina Tradicional China.