El propósito de esta reseña es exponer, a través de cuatro proverbios chinos muy populares, la importancia de un entorno profesional o social determinado que se componga tanto de jóvenes como de mayores, así como de las relaciones entre ambos grupos etarios.
Lo primero es reconocer que, todo lo que tenemos, se lo debemos a nuestros predecesores. El proverbio chino 前人栽树后人乘凉 (qiánrén zāishù, hòurén chéngliáng), que literalmente se traduce como “tus antepasados plantaron los árboles y tú disfrutas de la sombra”, nos recuerda que las generaciones presentes disfrutamos de los beneficios actuales gracias al esfuerzo de nuestros antepasados y que así seguirá sucediendo. El dicho invita al agradecimiento y al reconocimiento del trabajo histórico realizado por nuestros mayores y los que vinieron antes, y por tanto, a brindarles el respeto, los cuidados y la atención que se merecen. En China hay decenas (o cientos) de proverbios (la mayoría de corte confuciano) que contienen ese mismo mensaje, quintaesencia de los valores tradicionales chinos.
El segundo aspecto a destacar es que cada generación tiene sus dificultades y sus ventajas o su suerte, así como la capacidad intrínseca de enfrentarse a las adversidades y salir adelante. “Las generaciones venideras lo tendrán complicado” es una frase cliché que se oye mucho. No niego la existencia de los problemas y desafíos que enfrenta la humanidad en la actualidad, pero en última instancia cada generación se acaba sacando las castañas del fuego; así lo hicieron nuestros abuelos y nuestros padres, y así lo venimos haciendo nosotros. Un dicho chino popular y optimista reza así: 儿孙自有儿孙福 (érsūn zì yǒu érsūn fú) = «A las generaciones más jóvenes les irá bien por sí mismas». El dicho invita a no preocuparse demasiado por nuestros descendientes y a no sobreprotegerlos, y confía en que ellos encontararán las soluciones a los problemas que enfrenten en su camino.
Lo tercero a destacar es la importancia innegable de la juventud, su energía creadora y transformadora, de manera que cada generación acaba superando a la anterior, parece lógico. Un proverbio chino que me interesa mucho por su fuerza metafórica dice así: 长江后浪退前浪,一代更比一代强 (Cháng Jiāng hòulàng tuī qiánlàng, yīdài gèng bǐ yī dài qiáng) = “Así como en el río Chang Jiang las olas de detrás impulsan a las de delante, cada nueva generación supera a la anterior”. La energía creativa, innovadora y transformadora de la juventud es un tesoro precioso. El río Cháng Jiāng (también conocido como Yangtsé) es el más largo de China.
Por último, y para combatir los prejuicios que tienen muchas empresas y organizaciones a la hora de contratar a gente mayor, quiero resaltar que para ciertos trabajos o puestos, la experiencia de la persona mayor tiene un valor incuestionable y debería sumar puntos antes que restar. El famoso proverbio chino 老马识途 (lǎomǎ-shítú), que se traduce literalmente como “los caballos viejos conocen el camino”, sirve como metáfora para referirse a personas con mucha experiencia capaces de desempeñar un papel director y de liderazgo cuando la situación lo requiere.
La historia detrás de este famoso proverbio la explico a continuación. Durante el período de las Primaveras y Otoños (770-476 a. n. e.), una misión de cierto reino de la época se adentró en una expedición en plena primavera. Ya había entrado el invierno cuando se disponían a regresar triunfantes, así que el paisaje y el camino se habían transformado, por lo que el ejército se perdió en un valle. El líder (un duque) envió a muchos de sus hombres a explorar el camino, pero no pudieron encontrar una salida. A medida que pasaba el tiempo, el suministro de alimentos comenzó a agotarse, y en caso de no encontrar una salida, el ejército quedaría atrapado en el valle. El duque estaba muy ansioso y se reunió con un consejero (un general) para buscar una solución. El consejero pensó durante mucho tiempo y le dijo al duque: «Sé que los caballos viejos tienen la capacidad de reconocer el camino, puedo dejarlos que lideren el camino y así sacar al ejército del valle». El duque era consciente del ingenio de su consejero y aceptó su sugerencia. Inmediatamente ordenaron que seleccionaran algunos caballos viejos y los permitieran caminar libremente al frente del ejército. Los caballos viejos trotaron al unísono en la misma dirección sin dudarlo, ya que conocían el camino de vuelta. El duque se alegró mucho y ordenó a su ejército que siguiera de cerca a estos viejos caballos. Finalmente, lograron salir del valle y encontraron el camino a casa.
A partir de estos cuatro proverbios y de la tradición china en general podemos tomar conciencia de la importancia que tienen los equipos profesionales o colectivos sociales determinados en los que haya gente de distintos grupos etarios, y así aprender unos de otros. Personalmente me parece muy enriquecedor mezclarme en mi trabajo y en el día a día con gente más joven y más vieja que yo. Probablemente sea un error limitar a los jóvenes por su falta de experiencia y rechazar a los mayores por haber sobrepasado determinada edad.