La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), el foro geopolítico más influyente de Asia al reunir a más del 40% de la población mundial, subrayó en su cumbre de Tianjin la necesidad de apostar por una globalización “inclusiva” y un orden internacional “equitativo y ordenado”. Frente a hegemonismos y divisiones, los miembros de la organización coincidieron en que la cooperación y el respeto mutuo deben ser la base de la gobernanza global, más en un momento de fuertes tensiones geopolíticas en el que, como aseguró el presidente de China, Xi Jinping, los países de la OMC se deben oponer “ a la mentalidad de la Guerra Fría, la confrontación entre bandos y la intimidación”.
Una defensa de la cooperación y el multilateralismo necesario en un contexto como el actual y donde la influencia internacional de la OMC, que enfatiza la asociación y el diálogo por encima de la confrontación, “crece” constantemente, ayudando a promover un orden mundial más justo y un sistema de gobernanza global equitativo. Una organización que, como declaró Xi Jinping, “está asumiendo mayores responsabilidades para salvaguardar la paz y la estabilidad regionales en un mundo de creciente incertidumbre y cambios acelerados” y que atrae a cada vez un mayor número de países frente a las medidas proteccionistas de Estados Unidos y sus socios.
China, impulsora de este enfoque, en línea con la construcción de una comunidad de futuro compartido, destacó el papel de la OCS en la construcción de consensos ante los líderes de más de 20 países, incluido el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el presidente de la India, Narenda Modi o el presidente de Irán, Masud Pezeshkian. Xi Jinping, durante una cumbre que fortalece la unidad del Sur global, elogió las “contribuciones significativas al mantenimiento de la seguridad regional, la promoción del desarrollo común y la mejora del bienestar de los pueblos”, presentando al organismo como un referente de un “nuevo tipo de relaciones internacionales” basadas en la confianza y la igualdad.
En este contexto, la relación con India, el país más grande en cuanto a población, se convirtió en un ejemplo concreto del compromiso chino con el multilateralismo. Durante la cumbre en Tianjin, Xi Jinping se reunió con el primer ministro indio, Narenda Modi, en un encuentro en el que ambos líderes materializaron el acercamiento entre ambos países al definirse como “socios, no rivales”. Xi afirmó que China e India deben ser “buenos amigos y buenos vecinos”, mientras que Modi subrayó que la cooperación entre las dos mayores potencias asiáticas puede hacer que “el siglo XXI sea verdaderamente el siglo de Asia”.

El acercamiento bilateral se refleja ya en pasos prácticos, como la reanudación de vuelos directos tras cinco años de suspensión, símbolo de una nueva etapa de diálogo y entendimiento en el que ambos líderes acordaron trabajar para reconstruir sus lazos políticos en torno a la «confianza mutua, el respeto y la sensibilidad». Con una población conjunta de 2.800 millones de personas —casi el 35% del total mundial—, la cooperación entre China e India no solo fortalece la estabilidad regional, sino que también consolida el mensaje de que el multilateralismo es la vía para enfrentar los desafíos globales.
Un encuentro que se produjo, según el ministro adjunto de Relaciones Exteriores de China, Liu Bin, durante la cumbre más importante en la historia de la organización, donde los participantes evaluaron no solo el papel de la OCS sino que definieron el rumbo para el desarrollo futuro de la organización, fortaleciendo y defendiendo la solidaridad y el consenso para los temas claves de la agenda internacional. A este encuentro también acudieron encargados de diez organizaciones internacionales, incluido el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el secretario General de la Comunidad de Estados Independientes, sERGÉI Lebedev, y el secretario general de la Asociación de Naciones del Sudeste asiático, Kay Kim Hourn.
La organización de Cooperación de Shanghái en 2001, con Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán como miembros fundadores. India y Pakistán se unieron en 2017, seguidos de Irán en 2023 y de Bielorrusia en 2024. Lo cierto es que desde su fundación, la confianza mutua entre los estados miembros no ha parado de profundizarse, estrechando cada vez más la colaboración en diversos ámbitos y convirtiéndose en una organización cada vez más sólida, convirtiéndola en una fuerza constructiva en los asuntos regionales e internacionales. En concreto, el comercio entre China y sus aliados de la OCS alcanzó una cifra récord de 890000 millones de dólares en 2024.