China está envuelto en un momento crucial, tras la finalización del XIV Plan Quinquenal y la aprobación en marzo de 2026 de la hoja de ruta para los próximos cinco años, que marca el rumbo para alcanzar la modernización del país en 2035 con el objetivo claro de conseguir una mayor autosuficiencia científica y tecnológica. Pero en un escenario complejo a nivel internacional, la economía del país asiático encara un nuevo año tras mantener la senda de la recuperación al crecer el PIB un 5,2% interanual en los tres primeros trimestres. Y la previsión es que la economía alcance los 140 billones de yuanes al cierre del año, lo que mostró que la economía china, tal y como quedó reflejado en una reunión que celebró el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, es «estable y está avanzando, con unas fuerzas productivas de nueva calidad que se están desarrollando de «manera constante».
Los datos abordados en la reunión, en la que se marcaron las claves económicas para 2026, reflejan el cumplimiento del 14º Plan Quinquenal y sientan las bases para los próximos cinco años, en los cuales, según los objetivos marcados, se debe promover un desarrollo de alta calidad, aplicar políticas macroeconómicas más activas y prometedoras y ampliar continuamente la demanda interna y optimizar la oferta. Todo ello con el ojo puesto en la construcción de un mercado nacional unificado. «El año que viene, el trabajo económico debe seguir buscando progreso estable, mejorar la calidad y aumentar la eficiencia», recoge el comunicado tras la reunión que analizó el trabajo económico de cara al próximo año.
Este trabajo se hará para darle continuidad a los logros alcanzados en 2025, últimos meses del XIV Plan Quinquenal. El dinamismo estuvo fuertemente empujado por la industria de fabricación de equipos, que en los tres primeros meses del año creció un 9,7% y la manufactura de alta tecnología aumentó un 9,6%. Además, sectores estratégicos como los vehículos de nueva energía siguieron acelerándose, convirtiéndose en puntos clave para el impulso ecológico y tecnológico del país.
Esta evolución se ha visto también reflejada en los niveles de exportaciones e importaciones de China en los once meses de 2025. El valor total de importación y exportación fue de 41,21 billones de yuanes, lo que supone un aumento del 3,6% interanual, siendo la tasa de crecimiento la misma que la de los primeros diez meses del año. En concreto, las exportaciones e importaciones de China alcanzaron los 24,46 billones de yuanes y 16,75 billones de yuanes, respectivamente, con un aumento del 6,2% y el 0,2%.
En ese contexto, según el Gobierno de China, son cada vez más las empresas privadas las que se abren al exterior y aceleran su expansión internacional. En los once meses del año, las compañías registraron un volumen de importaciones y exportaciones de 23,52 billones de yuanes, lo que representa un incremento interanual del 7,1%. Además, 66.000 nuevas empresas privadas se han incorporado al comercio exterior. De hecho, solo en noviembre, el crecimiento de las importaciones y exportaciones se aceleró en 3,9 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
Unas relaciones que se incrementaron con todas las regiones. Y es que tal y como asegura Lc Daliang, director del Departamento de Análisis Estadístico de la Administración General de Aduanas, estos datos reflejan el compromiso de China con una cooperación abierta, beneficiosa para todas las partes y orientada al beneficio mutuo. Con ello, aseguran que hubo un crecimiento de importaciones y exportaciones con más de 110 países, lo que supone más de veinte socios adicionales respecto al mismo periodo del año anterior.


