La Unión Europea y China se han comprometido a estrechar lazos y defender el multilateralismo durante una reunión entre el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, en Bruselas, como previa a la cumbre que mantendrán los líderes chinos y los dirigentes de la Unión Europea en julio en Beijing.
Durante el encuentro, enmarcado en el 20 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el país asiático y las instituciones europeas, Costa y Wang Yi se mostraron dispuestos a trabajar de manera conjunta para, dejando a un lado las diferencias, promover el entendimiento y abordar conjuntamente los desafíos globales actuales, como la guerra en Ucrania y la crisis arancelaria que comenzó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En este sentido, el ministro chino mostró su satisfacción con que Europa, en un momento en el que negocia con Estados Unidos para rebajar los aranceles impuestos, haya apostado por incrementar su participación global a la vez que busca una mayor autonomía estratégica. Y es que si bien destacó la relevancia que China da a Europa, ve aún más importante estrechar la cooperación en un momento de incertidumbre y fuertes tensiones también en Oriente Próximo.
De esta forma, los líderes europeos y chinos coincidieron en la necesidad de que las dos partes respeten los intereses fundamentales de ambos en un diálogo que debe conducir hacia el éxito común. Además, el encuentro se produjo unos días después de que Wang Yi recibiera en Beijing a los embajadores europeos, un encuentro en el que calificó a Europa de “socios y no rivales”. Una misma línea marcada por el presidente de China, Xi Jinping, al calificar a Europa recientemente de “socios estratégicos integrales” en una llamada con la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von Der Leyen.
Fruto de esta colaboración fue en mayo el levantamiento por parte de China de las sanciones contra los miembros del Parlamento Europeo y los comités parlamentarios con el objetivo de que las conversaciones entre los diferentes representantes de China y Europa fueran más fructíferas.