Del 5 al 16 de agosto tuve la oportunidad de participar en el curso para profesionales de medios de comunicación en Beijing, organizado por China International Communications Group, al que asistí en representación de la Fundación Cátedra China como miembro del Claustro Júnior.
Este programa nos permitió acercarnos a la realidad de China en toda su amplitud: cultura, lengua, tecnología, economía y comercio. Lo que más sorprende al observar de cerca este país es la magnitud de su desarrollo, un proceso sin precedentes en la historia contemporánea y que lo convierte en referente mundial en innovación, transformación y modernización.
Durante el seminario, especialistas de primer nivel nos introdujeron en los grandes hitos históricos de China, entre ellos la Ruta de la Seda, clave para entender tanto su pasado como su proyección futura. Pero lo más impactante fue constatar in situ su liderazgo tecnológico. Las visitas a empresas y centros de innovación lo demostraron: China se ha posicionado en la vanguardia de sectores estratégicos como los chips, la inteligencia artificial, el 5G, los drones, los vehículos eléctricos o la electrónica de consumo. La experiencia en la sede de Build Your Dreams (BYD) fue especialmente reveladora: desde coches eléctricos que aparcan de forma autónoma hasta modelos que interactúan con el entorno, la creatividad y la capacidad de ejecución que vimos marcan la diferencia con respecto a otros mercados.
El recorrido cultural fue igualmente enriquecedor. La visita al Museo del Partido Comunista de China ofreció una perspectiva completa de la evolución del país en las últimas décadas. Sus exposiciones y simulaciones interactivas —desde un viaje virtual por las principales ciudades hasta recreaciones de los hitos ferroviarios, espaciales y marítimos— transmiten con fuerza la ambición y la capacidad de superación del pueblo chino.
Este viaje ha tenido además un significado personal muy profundo. Al haber nacido en China, regresar por primera vez a mis raíces biológicas supuso un momento de gran emoción. Poder conectar esa vivencia íntima con mi interés académico en las relaciones internacionales y la geopolítica ha sido especialmente valioso. He podido comprobar de cerca cómo China ha articulado un modelo de desarrollo propio, acompañado de una política exterior firme, estratégica y pacífica.
Agradezco sinceramente a la Fundación Cátedra China por haberme brindado esta oportunidad única. Ha sido una experiencia formativa y vital que refuerza mi compromiso con el conocimiento y el entendimiento mutuo entre España y China. Estoy convencida de que este es solo el inicio de un camino que continuará con nuevos encuentros, proyectos y colaboraciones.