Desconcierto y drama ante catástrofes naturales: En busca de soluciones en China y la UE

A lo largo de la historia, la Humanidad viene conviviendo con catástrofes naturales que ocasionan graves perjuicios. Unas son inevitables como los terremotos o erupciones volcánicas y otras pueden aminorarse. Los efectos dramáticos en seres humanos y perdidas económicas pueden ser significativos.

Expertos meteorológicos y científicos alertan sobre el cambio climático y sus implicaciones. El planeta ha experimentado ciclos de glaciación e interglaciación, marcados por cambios de temperatura significativos, sin que la influencia antropogénica haya sido relevante en dichos períodos. Sin embargo, las actividades humanas contemporáneas han acelerado el calentamiento global, haciendo imperativo implementar estrategias para mitigar sus efectos.( https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/impactos-vulnerabilidad-y-adaptacion/pnacc.aspx)

En el escenario estructural siguiendo la tradición de grandes obras, como la Gran Muralla por motivos defensivos, China mantiene el reto de los grandes proyectos. A título de ejemplo tenemos la Gran Presa de las Tres Gargantas, sobre el rio Hue, para controlar las inundaciones, facilitar la navegación fluvial, generar energía eléctrica y el consumo humano, y que ha tenido un notorio impacto medio ambiental y obligando al desplazamiento masivo de la población.

En China existen políticas orientadas a la captación y almacenamiento de agua. Para la captación de agua de lluvia en áreas rurales, se promueve la construcción de cisternas y sistemas para recolectar agua. Dentro de las  Soluciones basadas en la naturaleza podemos contemplar la actuación en «Ciudades esponja» donde universidades como las de Shanghái diseñan  ciudades que absorban, almacenen y reutilicen agua de lluvia de manera más eficiente mediante cubiertas verdes, pavimentos permeables, parques urbanos para capturar y filtrar agua, así como restauración de humedales y ríos naturales.

En China, la construcción urbana ha tenido un ritmo trepidante para albergar a millones de inmigrantes rurales. Edificios modernos, rascacielos como las torres de Shanghái  o Cantón, grandes líneas de ferrocarril, aeropuertos y otras infraestructuras, están en marcha

Una de las dimensiones críticas de este problema es la ubicación de los asentamientos urbanos, que en muchos casos responde a criterios económicos, paisajísticos o de conveniencia personal, frecuentemente invadiendo cauces naturales y zonas de riesgo, lo que aumenta la vulnerabilidad ante inundaciones.

La expansión urbana acelerada, producto de fenómenos migratorios, ha motivado la ocupación extensiva de áreas naturales sin consideración de riesgos medioambientales a largo plazo. Por ello se hace necesario realizar trasvases de agua para satisfacer las demandas agrarias y urbanas.

China tiene el Proyecto de Transferencia de Agua Sur-Norte (SNWTP) siendo uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos del mundo, diseñado para transferir agua del río Yangtsé (sur) hacia regiones secas en el norte, incluidas Pekín y Tianjin. Este sistema incluye tres rutas principales: Ruta oriental, que utiliza canales existentes y bombeo para mover agua, Ruta central que implica una extensa red de presas y túneles y la Ruta occidental, no finalizada, que transportará agua desde las fuentes del Yangtsé hacia la meseta de Loes.

En España es referencia el trasvase Tajo-Segura, pero se han abortado otros, como el del Ebro, y paralizado el Plan Nacional Hidrográfico.

La eliminación de estructuras de contención en ríos, como las presas (https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/gestion-sostenible-aguas/) constituye otro aspecto crucial en la problemática ambiental, ya que, en el intento de devolver los cursos de agua a su estado natural, se minimiza la capacidad de retención ante lluvias torrenciales, favoreciendo el fenómeno de escorrentía debido a la deforestación y la reducción de cobertura vegetal. La gestión de desastres relacionados con fenómenos climáticos extremos, como las DANA,  representa un reto estructural y de coordinación interinstitucional.

Desde una perspectiva organizativa, inspirada en el modelo triangular aplicado a crisis alimentarias, en la gestión de este desafío se identifican tres grupos clave de actores: científicos, administradores públicos y comunicadores. La predicción meteorológica se sitúa en un primer plano,(https://www.aemet.es/es/eltiempo/prediccion/avisos)  con científicos desarrollando modelos que, aunque cada vez más precisos gracias a los avances tecnológicos, requieren un margen de mejora. Los administradores, por su parte, coordinan los recursos humanos y técnicos y los comunicadores son responsables de informar a la población, tarea que requiere sinergia entre funciones y responsabilidades compartidas. Las fases de reconstrucción, tanto a nivel material como humano, deben considerar el rol de las aseguradoras y las promesas de ayuda institucional, cuya implementación a menudo queda en incertidumbre.

Aunque a menudo subestimada, la proyección futura en temas de cambio climático y la concienciación y formación ciudadana son áreas cruciales para una planificación urbana sostenible, que requiere recursos y proyectos urbanos no polarizados. En China existen políticas de largo plazo, como son los Planes quinquenales de desarrollo que incluyen objetivos específicos relacionados con el uso sostenible del agua, incluyendo cuotas de consumo hídrico para sectores clave y conservación de acuíferos.

Otra dimensión a considerar es la polarización urbana: Megalópolis vs. Naturación, debate contemporáneo en foros locales, nacionales e internacionales sobre el modelo de alojamiento humano. De un lado, la proliferación de megalópolis, del otro, el interés en modelos de renaturación que buscan una reintegración más orgánica con el medio ambiente. China es el paradigma con cinco megalópolis y macro-granjas.

Las megalópolis, aunque en busca de espacios verdes, tienden a encapsular la naturaleza, confinando a flora y fauna en áreas designadas, mientras los habitantes permanecen en estructuras verticales de cristal y cemento. Esto se extiende al uso de macrogranjas y huertos urbanos cerrados. En contraste, la renaturación aboga por la «democratización ambiental» y la «sostenibilidad popular,» promoviendo el acceso equitativo a espacios naturales. Iniciativas como los jardines comunitarios de Malmö (Green and Blue – Malmö stad) y las cubiertas verdes en Londres, ejemplifican este enfoque reduciendo la dependencia de recursos de alto mantenimiento.

Cada enfoque implica negociación: las megalópolis ofrecen proximidad y abastecimiento eficiente, pero a costa de aumentar la contaminación y los conflictos de convivencia. La renaturalización, por su parte, mejora la salud física y mental de la población, pero se enfrenta a limitaciones en cuanto a la disponibilidad de espacio para alojamiento, producción de alimentos e infraestructuras industriales y financieras. Ejemplos, como el proyecto LINE en Arabia Saudita con una inversión de 460 mil millones de euros en 170 km de desierto, destacan iniciativas que intentan reconciliar densidad urbana con sostenibilidad ambiental. Este modelo representa un esfuerzo de innovación para desarrollar ciudades en entornos adversos. (https://www.neom.com/en-us/regions/theline)

Las infraestructuras verdes son instrumento de gran utilidad. La Gran Muralla Verde iniciada en la década de los 70 para contener el avance del desierto de Gobi, tiene más de 4500 kilómetros de longitud, poblada de árboles, arbustos y pastos, y está reduciendo los impactos de las tormentas de arena y corrigiendo la degradación del suelo. En las ciudades se utilizan las cubiertas verdes a modo de esponja para retención del agua y de la arena que trae el viento. Las paredes verdes y el arbolado son otras modalidades cada vez más utilizadas. En esencia, infraestructuras verdes en un cambio climático para el desarrollo sostenible es una línea de acción altamente recomendable para el escenario chino. Es por ello que la Catedra China en España ha colaborado con otras instituciones en el libro “Infraestructuras verdes, cambio climático, desarrollo sostenible” recientemente publicado (Briz J., Kohler M, De Felipe I.. 2024).

La naturación de la conciencia, además de la transparencia, eficiencia y honestidad que se exigen a las acciones humanas, implica que hemos de considerar las distintas categorías y enfoques en el escenario ecológico de la naturación. Los hay ecolátras que consideran que la diosa naturaleza es intocable. La ciudad debe asilvestrarse, las presas deben destruirse y dejar libertad de movimiento a la flora y fauna del entorno, sacrificando a los humanos circundantes  y permitiendo el libre flujo con riesgos de inundaciones. El grupo de ecologistas muestra un interés por la naturaleza y apuesta por medidas a medio y largo plazo para la lucha contra el cambio climático, controlando las huellas energéticas y de carbono.

Finamente tenemos el grupo de los ecólogos que de forma objetiva analizan la situación actual y las medidas viables para armonizar la actividad humana con la naturaleza. En agricultura el cambio climático que nos viene conduce a la búsqueda de nuevos cultivos adaptados a las condiciones agroclimáticas. La jardinería busca plantas xerofitas y desarrollo de nuevos paisajes. Se contemplan innovaciones y construcciones que minoren los efectos catastróficos naturales.

En conclusión, cada comunidad debe priorizar objetivos específicos mediante sistemas de evaluación multicriterio, que optimicen no solo la sostenibilidad local, sino también la global. Esto requiere adoptar una estrategia GLOCAL (visión global, acción local) para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades en la intersección entre urbanización y naturaleza. La concienciación ciudadana es la mejor respuesta para afrontar los retos de la Humanidad, como son las catástrofes naturales. Es el instrumento para forzar el diseño de políticas y acciones hacia los problemas que nos afectan y configurar el comportamiento social. La respuesta de miles de voluntarios para ayudar en el caso de la DANA de Valencia y en otros casos, refleja la actitud existente. La Academia, entre otras instituciones, a través de la investigación, innovación y difusión tiene la responsabilidad de involucrarse en los problemas que nos afectan.

En el caso de China existen también impactos como la dependencia excesiva en infraestructuras masivas como el SNWTP, que podrían afectar ecosistemas y dificultades en la implementación de tecnologías avanzadas en áreas rurales. Se trata de  combinar soluciones tecnológicas, naturales y de gestión para abordar la escasez de agua y asegurar la sostenibilidad hídrica en un contexto de creciente demanda.

Hemos de apostar por soluciones viables, haciendo predicciones eficientes de riesgos (danas, terremotos, erupciones volcánicas), invirtiendo en infraestructuras verdes o grises, y creando una mentalidad social que sea vigilante con las políticas locales y nacionales aplicadas.