El 29 de noviembre de 2012, Xi Jinping presentó por primera vez el concepto del «Sueño Chino» (中国梦 Zhōngguó mèng). Unos meses después, el 17 de marzo de 2013, se clausuró la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, en la que Xi mencionó 666 veces el «Sueño Chino» en su discurso.
Pero, ¿qué se entiende por el «Sueño Chino»? A continuación ofrezco un breve análisis sobre el término:
– El «Sueño Chino» busca lograr la gran revitalización de la civilización china y hacer realidad un país próspero y fuerte, una nación vigorosa y un pueblo feliz.
– Se caracteriza por un equilibrio entre la felicidad individual y la colectiva, por las aspiraciones de varias generaciones a un futuro mejor después de padecer penalidades durante décadas.
– Responde a la necesidad de recuperar un equilibrio entre la modernización y la tradición.
– Se define por la exigencia de una vía propia, adaptada a sus particularidades (no una copia de los modelos occidentales).
– Se presenta como un sueño de cooperación, desarrollo, paz y ganancia compartida.
– Es en esencia de un sueño cultural, en el sentido de que la cultura de cualquier nación contiene las búsquedas, ideas, aspiraciones, visión y fe del pueblo, el anhelo de la gente de una vida mejor.
Xulio Ríos, director Observatorio de la Política China de España, comentó que el «Sueño Chino» es una de las marcas más representativas del mandato de Xi Jinping. En este sentido, ha sido un lema al que los medios de comunicación chinos han dado mucha importancia, si bien en los últimos años temas como la Iniciativa de la Franja y la Ruta o la propuesta de una comunidad de destino compartido para la humanidad han venido ganando protagonismo.
En mi opinión, el «Sueño Chino» resulta un punto de partida importante para entender todo el andamiaje teórico-ideológico-estratégico del programa chino que ha surgido después, sobre todo en lo que atañe a las relaciones exteriores, a saber:
– La propuesta de una comunidad de futuro compartido para la humanidad (2012).
– La Iniciativa de la Franja y la Ruta (2013).
– La Iniciativa de Desarrollo Global (2021).
– La Iniciativa para la Seguridad Global (2022).
– La Iniciativa de Civilización Global (2023).
Estas 3 últimas iniciativas, conocidas en chino como三大全球倡议 (Sān dà quánqiú chàngyì), es decir, las tres grandes iniciativas mundiales de China, están consideradas por algunos analistas occidentales como «el triple plan de China para acabar por el mundo liderado por EE. UU.»
Para mí hay dos cosas obvias: la primera es que Occidente está perdiendo protagonismo a nivel mundial. La segunda es que Occidente tiene una visión propia del orden mundial y China (y otros países) tienen otra, así que sería interesante llegar a entenderse y aprender a convivir en paz respetando las diferencias en vez de limitarse a simplificar la realidad diciendo que unos son los buenos y los otros los malos. En este sentido, ¿por qué no escuchar y tratar de comprender las propuestas de otros países para mejorar la arquitectura de las relaciones internacional? Es posible que tengan algo que aportar.
Decía que el «Sueño Chino» viene a ser un sueño cultural, pero descomprimir la cultura china es un asunto complejo, ya que estaríamos hablando de un cóctel de omnipresente mixtura premoderna, moderna y posmoderna, mezclado con confucianismo, taoísmo, budismo, legalismo, mohismo, marxismo, leninismo, maoísmo, ideas de Zhou Enlai, Deng Xiaoping, liberalismo, elitismo, colectivismo, individualismo, pragmatismo, meritocracia, con una guinda de mente firme, abierta, antigua, forastera, original y cambiante, y una idiosincrasia cada vez más atesorada que despliega una poderosa fuerza vital que acompaña al rápido desarrollo del país.