Los Juegos Olímpicos de París se detuvieron para una de las mejores deportistas del mundo el 4 de agosto. Cuando estaba a un paso de pasar a la gran final de bádminton, con un partido impecable -dos sets a cero- y una grada entregada a la tricampeona mundial, Carolina Marín vio como todo lo logrado durante la competición se derrumbaba en un solo segundo. El público quedó en silencio y los gritos de Carolina Marín presagiaron su futuro más inmediato. No podría continuar con el partido que estaba disputando frente a su rival He Bingjiao.
El encuentro quedó anulado y la jugadora china pasó a la gran final olímpica. Pero entre la desolación, los nervios por la salud de Carolina y la lamentación, el gesto que tuvo He Bingjiao con la jugadora española demostró que no solo eran rivales sino que, a pesar de la competitividad, por encima de todo hay valores y compañerismo.
Tras darse por finalizado el partido, la jugadora china, número seis del mundo, no pudo evitar las lágrimas por lo ocurrido durante la semifinal y lanzó un mensaje de ánimo a la española. Había visto truncado su sueño olímpico tras una pisada que le rompió el ligamento cruzado.
Ante la situación, He Bingjiao pasó a la final y sobre la pista de París, aunque Marín ya había aterrizado en España para ser operada, la española estaba en el imaginario colectivo. Y aunque la jugadora china no ganó la medalla de oro tras enfrentarse a la surcoreana An Se-young, He Bingjiao se llevó los aplausos y todas las miradas que bien valían una victoria.
Visiblemente emocionada, He Bingjiao tras colgarse su plata mostró un pin con la bandera de España. Un claro homenaje a Carolina Marín que no solo se llevó el aplauso de la grada parisina sino las alabanzas de todo un país ante una situación que había hecho a la española perderse la final de los JJOO de París -los de Tokyo de 2020 no los pudo jugar por otra lesión. Un gesto que se convirtió en una de las imágenes de los Juegos Olímpicos de París y que pone en valor el espíritu olímpico de He Bingjiao.