La directora de la Fundación Cátedra China, Marta Montoro, defiende la educación pública como pilar del socialismo del siglo XXI durante el Foro Mundial del Socialismo

En nombre de la Fundación Cátedra China, propuso reforzar la cooperación educativa entre los países socialistas y los que comparten el ideal de justicia social

La vicepresidenta y directora de la Fundación Cátedra China, Marta Montoro, ha destacado la importancia de la educación pública como instrumento esencial para la igualdad, la cohesión social y el desarrollo sostenible. En un discurso durante el Foro Mundial del Socialismo, que celebra en Beijing su 15 edición, Montoro ha subrayado la necesidad de reforzar la cooperación internacional en materia educativa y valoró el papel de China como referente de gobernanza y equidad en el mundo contemporáneo. Y es que el reto del siglo XXI, como describió, no solo es económico o tecnológico, sino “profundamente educativo”. “Debemos formar ciudadanos capaces de pensar críticamente, de cooperar y de construir juntos un futuro común” enfatizó tras describir al socialismo como un motor de transformación social en Europa y, especialmente, en España.

Una intervención en la que aseguró que la educación pública debe seguir siendo el corazón del proyecto socialista, ya que “solo una ciudadanía bien formada, consciente y solidaria puede sostener una sociedad verdaderamente igualitaria”. Y es que mientras China ha conseguido mantener un sistema educativo esencialmente público y basado en la meritocracia, Montoro alertó durante su intervención en el Foro organizado por la Academia de Ciencias Sociales de China sobre la privatización y la mercantilización educativa que está en marcha en occidente. Por ejemplo, en España cerca del 22% de los estudiantes universitarios cursan sus grados en universidades privadas vinculadas, en muchos casos, a instituciones religiosas o a fondos de inversión, lo que “ha introducido lógicas de mercado en un ámbito que debería guiarse por el interés público”. Y es que, a su juicio, “la educación entendida como negocio debilita la función social de las universidades, limita la movilidad social y agranda la brecha entre las clases”.

Por ello, Montoro subrayó el papel fundamental de la educación pública como pilar del socialismo del siglo XXI. De esta forma, destacó que el “socialismo con características chinas” representa una referencia mundial en materia de equidad, desarrollo sostenible y gobernanza eficaz, un modelo que combina la tradición cultural del confucianismo con los principios de la modernización socialista, situando al ser humano en el centro del desarrollo.

Sin embargo, China, ha logrado mantener un sistema educativo esencialmente público contribuyendo de forma decisiva a la construcción de una sociedad modestamente acomodada y a la reducción drástica de la pobreza. “Este logro debe ser preservado y fortalecido. La educación pública es, sin duda, uno de los pilares más sólidos del proyecto socialista con características chinas y una garantía de justicia y cohesión social”, remarcó Montoro al considerar “esencial” que China continúe apostando por un modelo educativo “inclusivo, moderno y equitativo, evitando que el crecimiento descontrolado de academias privadas o la expansión de la enseñanza particular puedan generar desigualdades entre los jóvenes”.

“La educación no es solo una herramienta de transmisión de conocimiento, sino el principal instrumento para garantizar la igualdad de oportunidades, reducir la pobreza y fortalecer la cohesión social”.

Para ello, y en nombre de la Fundación Cátedra China, propuso reforzar la cooperación educativa entre los países socialistas y los que comparten el ideal de justicia social. “La cooperación educativa internacional no es solo una cuestión técnica: es una expresión de solidaridad, un instrumento de entendimiento y una forma concreta de avanzar hacia una comunidad de futuro compartido para la humanidad”, enfatizó durante una intervención en la que llamó a que la educación pública siga siendo el corazón del proyecto socialista “porque solo una ciudadanía bien formada, consciente y solidaria puede sostener una sociedad verdaderamente igualitaria”.

Durante su intervención, Montoro mostró su admiración por la exposición inaugurada en el Museo del Partido Comunista de China dedicada a los brigadistas chinos que apoyaron a la II República durante la Guerra Civil, un homenaje que “simboliza el vínculo histórico entre nuestros pueblos y la continuidad de los valores de solidaridad y cooperación internacional que siguen inspirando al socialismo contemporáneo”.