¿Sabías que en China celebran hasta tres “Días de los Enamorados”? ¡Que no se diga que los chinos no son románticos! Es habitual escuchar a personas en Occidente que opinan que los chinos son muy “pragmáticos” a la hora de emparejarse, pero lo cierto es que la tradición china está llena de historias y leyendas románticas, en muchos casos amores imposibles. En esta entrada voy a hablar brevemente de los tres “Días de los Enamorados” que se celebran en China cada año.
El Día de los Enamorados por antonomasia en la cultura china tradicional es el 七夕节 (Qīxī Jié), que se celebra el séptimo día del séptimo mes lunar de cada año. Por lo tanto, Qīxī Jié se conoce alternativamente como el Festival del Doble Siete o el Festival de la Séptima Noche. Esta conmovedora fiesta tiene su origen en la leyenda de 牛郎织女 (Niúláng Zhīnǚ), la leyenda del vaquero y la tejedora. Este año caerá el 29 de agosto.
La historia que da origen al Qīxī Jié es la siguiente. Érase una vez un pobre pastor de vacas llamado 牛郎 (Niúláng), huérfano y solitario, cuya única compañía era su fiel buey. Agradecido con su amo, el buey le reveló que en realidad era la constelación Tauro, que había sido desterrado del Cielo, y le ayudó a encontrar el amor. Así que le puso en contacto con la diosa 织女 (Zhīnǚ), nieta del Emperador de Jade y famosa por su belleza y su habilidad como tejedora. Se enamoraron a primera vista y tuvieron gemelos. Antes de morir, el toro le dijo a su dueño que arrancase su piel y que fabricase un manto que le daría el poder de ascender al Cielo. Mientras tanto, el Emperador de Jade no podía soportar que su nieta se hubiera quedado en la Tierra con un mortal, y ordenó a la Emperatriz del Cielo que fuera a buscarla. Así lo hizo. Cuando Niúláng regresó a casa y vio que su esposa no estaba, se imaginó lo ocurrido, se puso el manto mágico y subió al Cielo. En plena ascensión celestial, la Emperatriz miró hacia atrás y vio a Niúláng persiguiéndola. Enfurecida, sacó su horquilla y abrió el Cielo de un corte. Un caudaloso río brotó de la hendidura, río imposible de cruzar y que separó a los amantes. El Emperador de Jade vio las lágrimas de su nieta y se conmovió profundamente. Aunque no era apropiado que una diosa viviera en la Tierra ni que un mortal habitara en el Cielo, el Emperador de Jade era compasivo y ordenó a una bandada de urracas que formaran un puente una vez al año. Así, el séptimo día del séptimo mes, los amantes podían cruzar el puente y reunirse al otro lado del río plateado para compartir un solo día de felicidad. Algunos dicen que el vaquero y la tejedora se desvanecieron por el dolor, dejando solo sus almas en forma de estrellas: Niúláng sería la estrella Altair y Zhīnǚ la estrella Vega, separadas por la Vía Láctea. Mientras tanto, la constelación Tauro brilla cerca y sigue velando por su fiel amigo el pastorcillo.
En segundo lugar está el Día de San Valentín, el 14 de febrero. Aunque esta celebración es de origen cristiano, goza de mucha popularidad en China así como en buena parte del mundo. Por no ser una fiesta tradicional china en este caso no me voy a extender, simplemente quiero apuntar que en China también se suele celebrar San Valentín.
Y por último tenemos el “5.20”, el 20 de mayo, que celebramos hace un par de días. En chino, 20 de mayo se dice 五二零 (wǔ èr líng), cuya pronunciación es similar a 我爱你 (wǒ ài nǐ), que significa “te amo”. El hecho de convertir esta fecha en otro Día de los Enamorados es un fenómeno relativamente reciente, más o menos de hace un década (hasta donde yo recuerdo). Siendo menos importante que las dos anteriores, es increíble la cantidad de promociones comerciales, compras de regalos, flores y bombones, cenas con velas, copas de vino y declaraciones de amor que suceden en un día como hoy.
Luego hay otras fiestas tradicionales chinas que, sin ser un “Día de los Enamorados” como tal, tienen un trasfondo trágico-romántico, una historia de amor imposible de fondo. Por ejemplo, el Festival del Medio Otoño (o Fiesta de la Luna Llena) sería una de ellas.
Si me pidieran que destacase una característica cultural de los chinos relacionada con su idioma yo resaltaría, sin lugar a dudas, su afición a inventar juegos de palabras homófonas, el uso de caracteres con distintos significados pero pronunciación similar para hacer sustituciones y representaciones, y dotar de simbolismo a ciertos elementos más allá de sus características intrínsecas, hacer bromas, hablar de una manera velada de temas sensibles, etcétera.
Es el caso de un día como el 20 de mayo: a priori no tiene ningún significado especial, pero al pronunciarse de manera similar a «te quiero», se ha convertido en un Día de los Enamorados en el mundo chino. Como este, hay cientos de ejemplos que hacen que la cultura china sea muy rica, divertida y fascinante.