China está envuelta en la elaboración del XV Plan Quinquenal (2026-2030), es decir, el programa de desarrollo económico y social que elabora el Gobierno chino cada cinco años, donde se establecen los objetivos estratégicos, metas de crecimiento, directrices de política pública e inversiones prioritarias en sectores clave como la industria, la tecnología, la infraestructura, la agricultura, la energía y el medio ambiente.
A unos meses de que se implante el plan de crecimiento para los próximos cinco años, el presidente de China, Xi Jinping ha hecho hincapié en que la toma de decisiones para este plan se realice de manera científica, democrática y basada en las leyes para garantizar que el próximo plan quinquenal para el desarrollo económico y social nacional se realice con alta calidad.
En una instrucción sobre el trabajo relacionado con la elaboración de esta hoja de ruta, Xi Jinping ha destacado que la formulación científica y la implementación coherente de los planes quinquenales, lanzados por primera vez en 1953, no solo constituye un enfoque para gobernar el país, sino que en esta ocasión, el XV Plan Quinquenal destaca para el avance de la modernización china así como para desarrollar las iniciativas estratégica trazadas en el XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino celebrado en octubre de 2022.
«Debemos gestionar bien nuestros propios asuntos y seguir comprometidos con la expansión de una apertura de alto nivel», indicó Xi recientemente. ”Hay que poner mayor énfasis en garantizar tanto el desarrollo como la seguridad, con una evaluación exhaustiva de los riesgos y desafíos internos y externos», sostuvo Xi, pidiendo esfuerzos para mejorar el sistema de seguridad nacional.
El XIV Plan Quinquenal marcó como principales objetivos el fomento del mercado interno como motor principal del crecimiento económico, promoviendo el consumo y la innovación local. Y es que, además, se planificó una inversión masiva en sectores estratégicos como el de los semiconductores, la inteligencia artificial, el desarrollo del 5G, la computación cuántica, la robótica y, entre otros, la biotecnología.
Además, se estableció una meta de emisiones cero para 2060, con una clara apuesta por la promoción de las energías como la solar y la eólica. Todo ello también contaba con estrategias para promover el desarrollo equilibrado entre regiones urbanas y rurales, mejorando también el bienestar social como sectores de la salud, las pensiones o la educación.