EE. UU. levanta restricciones sobre software de diseño de chips para China

Estados Unidos ha anunciado la eliminación de algunas restricciones a la exportación de software de diseño de chips, conocido como EDA (Electronic Design Automation), hacia China.

Este cambio forma parte de un acuerdo comercial entre ambos países y marca un giro en las tensiones tecnológicas de los últimos meses.

El software de diseño de chips, desarrollado por empresas como Synopsys y Cadence (estadounidenses) y Siemens EDA (alemana), es una herramienta clave para crear circuitos integrados (lo que comúnmente llamamos “chips”). Estos chips son los cerebros de los dispositivos electrónicos como smartphones, ordenadores o sistemas de defensa, y son fundamentales para ejecutar aplicaciones de inteligencia artificial.

En mayo de 2025, EE. UU. había restringido la exportación de este software a China en respuesta a las limitaciones chinas sobre la exportación de minerales críticos, como germanio, galio y antimonio. Estos minerales, aunque no son semiconductores en sí mismos, son esenciales para producir materiales como el arseniuro de galio y el carburo de silicio, utilizados en chips avanzados.

China domina el suministro global de estos minerales, por lo que la industria estadounidense se enfrentaba a un serio problema sin acceso a ellos.

Tras negociaciones en Londres en junio de 2025, ambos países alcanzaron un acuerdo: China se comprometió a facilitar la exportación de estos minerales, mientras que EE. UU. levantaba las restricciones sobre el software EDA, permitiendo a las empresas vender sus productos a clientes chinos sin licencias especiales.

Esta decisión refleja la dependencia mutua: EE. UU. necesita los minerales para mantener su producción de chips, y China requiere el software EDA para diseñarlos.El acuerdo, que también incluye etano y motores de avión, estará vigente hasta agosto de 2025.

Cómo se hacen los chips y por qué importa el software

Para entender por qué el software EDA es tan estratégico, conviene recordar cómo se produce un chip.

Primero viene el diseño, que es cuando los ingenieros definen qué funciones tendrá (memoria, procesamiento, IA) y hacen un plano donde ver cómo organizar los miles de millones de transistores en un espacio tan diminuto. Este diseño se hace con programas EDA, como los de Synopsys, Cadence o Siemens, sin los cuales sería imposible crear un chip moderno.

Después viene la fabricación, que es convertir ese plano digital en realidad. Aquí entran las fábricas (fabs), como las de SMIC en China o TSMC en Taiwán. En un entorno ultralimpio, se imprimen las diminutas capas del chip sobre una oblea de silicio mediante máquinas de litografía.

Además, en la fábrica se usa también un tipo distinto de software especializado, que no diseña el chip, sino que controla las máquinas, planifica los procesos y asegura que no haya defectos en las obleas.

China tiene, por un lado vetada la venta de chips avanzados por parte de TSMC (al utilizar patentes americanas) y tenía vetado hasta ahora los programas EDA para el diseño.

Otro aspecto que conviene conocer para entender la noticia es que no todos los chips son iguales. La diferencia clave está en el tamaño de las características mínimas que pueden fabricarse, medido en nanómetros (nm). Cuanto más pequeño sea un chip, más potente es.

Los chips más avanzados hoy en día usan tecnologías de 7 nm o menos, más rápidos y eficientes, necesarios para modelos importantes de IA, pero muy difíciles y caros de fabricar.

Los chips de 28 nm, en cambio, son menos potentes, pero mucho más fáciles y baratos de producir, y siguen siendo útiles para coches, electrodomésticos, redes o algunos dispositivos con IA básica.

Por qué es una buena noticia para China

El levantamiento de las restricciones es un paso importante para China, ya que le permite diseñar chips competitivos y avanzar en sectores estratégicos como el 5G, la electrónica de consumo o la industria militar.

El obstáculo sigue siendo la fabricación de chips más avanzados que tiene vetados y no puede fabricar, pero no podemos olvidar que China también investiga modelos de inteligencia artificial que, como pasó con DeepSeek, están diseñados para funcionar con chips menos avanzados.

Restricciones que aún persisten

Aunque el acuerdo alivia parte de las tensiones, China sigue sometida a importantes restricciones en áreas sensibles, como:

– Chips avanzados de alto rendimiento, como los diseñados por Nvidia (7nm).

– Tecnologías clave para la fabricación, como las máquinas litográficas ultravioleta extrema (EUV) de ASML.

– Acceso a tecnología estadounidense por parte de empresas como Huawei y SMIC.

Es decir, China todavía no puede producir chips de última generación por completo de manera independiente, pero al menos tiene acceso al software de diseño y puede seguir avanzando hacia su objetivo de autosuficiencia tecnológica recogido en el plan “Made in China 2025”(plan estratégico lanzado por el gobierno chino en 2015, cuyo objetivo es transformar a China en una potencia tecnológica y manufacturera líder mundial).