China propone la Iniciativa de Gobernanza Global para lograr un sistema de gobernanza «más justo y razonable» y fortalecer el orden internacional

La Iniciativa de Gobernanza Global, que señala el multilateralismo como la vía esencial para la gobernanza global, es la cuarta iniciativa global propuesta por China en los últimos años

En un año en el que se cumple el 80 aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial Antifascista y la fundación de las Naciones Unidas, China ha propuesto la Iniciativa de Gobernanza Global (GGI), una nueva iniciativa global que el país asiático comparte para promover la construcción de un sistema de gobernanza global más justo y razonable en un momento en el que la “gobernanza global ha llegado a una nueva encrucijada”. Busca, en concreto, fortalecer el actual orden internacional, dotando a las instituciones multilaterales de mayor capacidad de acción, adaptación y respuesta frente a los desafíos globales, prestando especial atención a los países en desarrollo y apoyándose en cinco principios centrales inspirados en la carta de la ONU.

La Iniciativa de Gobernanza Global, que señala el multilateralismo como la vía esencial para la gobernanza global, es la cuarta iniciativa global propuesta por el presidente de China, Xi Jinping, en los últimos años, después de la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global. En esta cuarta propuesta, que Xi Jinping presentó durante la reunión de la organización de Cooperación de Shanghái, a la que acudieron líderes de más de 20 países y jefes de diez organizaciones internacionales, se destacan cinco principios fundamentales: adherirse a la igualdad soberana, cumplir con el estado de derecho internacional, cumplir con el multilateralismo, abogar por el enfoque centrado en las personas y centrarse en tomar acciones reales. 

Esta nueva propuesta, lanzada en un mundo que se enfrenta a desafíos cada vez más complejos y diversos, propone que todos los Estados, “sin importar tamaño, poder o riqueza, deben tener su soberanía respetada, libre de injerencias externas y con derecho a decidir su sistema político y modelo de desarrollo”. Es por lo que aboga por dar mayor voz y representación a los países en desarrollo para que puedan participar en pie de igualdad en los procesos de toma de decisiones internacionales. Un principio defendido por Xi Jinping en un mundo que “si bien las tendencias históricas de paz, desarrollo, cooperación y beneficio mutuo se mantienen sin cambios, la mentalidad de la Guerra Fría, el hegemonismo y el proteccionismo continúan afectando al mundo”. 

Ante esto, la Iniciativa de Gobernanza Global recoge que es fundamental que los principios de la Carta de la ONU se cumplan sin excepciones, y destaca que en ámbitos emergentes las normas deben construirse mediante consenso amplio. “Las leyes internacionales deben aplicarse de forma igualitaria, sin dobles raseros ni imposiciones”. Son, además, las grandes potencias quienes tienen la responsabilidad de liderar la defensa y promoción del derecho internacional. 

Según la propuesta, los asuntos internacionales deben resolverse mediante consulta amplia y cooperación conjunta, garantizando que las decisiones y beneficios se compartan entre todos los países. Se rechaza el unilateralismo y se reivindica el papel central de la ONU como plataforma clave para fortalecer el sistema internacional, al tiempo que se insta a que otras instituciones multilaterales, tanto globales como regionales, aporten de manera constructiva.

Por otro lado, la Iniciativa subraya un enfoque centrado en las personas como valor fundamental de la gobernanza global. Sostiene que el bienestar de los pueblos debe ser el objetivo último y que el sistema internacional ha de responder a sus necesidades, generando confianza en un futuro estable. Para ello, se plantea impulsar reformas que promuevan un desarrollo común más rápido, una mayor seguridad frente a los retos globales y un mayor bienestar mediante la defensa de los intereses compartidos entre países y comunidades.

Asimismo, orientarse a resultados reales se plantea como clave en la gobernanza global. La efectividad del sistema internacional, afirma, debe medirse por su capacidad de resolver problemas concretos mediante un enfoque coordinado, integral y sostenible. Esto implica atender tanto las causas profundas como los efectos inmediatos de los desafíos, equilibrando las urgencias del presente con las metas de largo plazo. Así, la iniciativa reclama que los países desarrollados asuman mayores responsabilidades y aporten recursos y bienes públicos, mientras que las naciones en desarrollo deben cooperar y sumar esfuerzos en beneficio común.

Durante la presentación de la Iniciativa, que se hizo en la organización regional más grande del mundo, Xi Jinping instó a los países miembro a presionar por una cooperación abierta en todo el mundo. «Deberíamos continuar desmantelando muros, no erigirlos; debemos buscar la integración, no el desacoplamiento. Debemos promover una cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta e impulsar una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva”.

Para ello, la GGI destaca entre las áreas prioritarias de acción para el fortalecimiento de la gobernanza la reforma de la arquitectura financiera internacional, la inteligencia artificial, el ciberespacio, el cambio climático, el comercio y el espacio ultraterrestre, en coordinación con organismos multilaterales y regionales. Beijing subrayó que la humanidad forma ya una comunidad de destino compartido, por lo que el fortalecimiento de la gobernanza global es visto como la vía para aprovechar oportunidades comunes y enfrentar desafíos colectivos, con la promesa de avanzar hacia un futuro de paz, seguridad, prosperidad y progreso.