A fines de 2023 apareció el término “nuevas fuerzas productivas” en discursos oficiales del gobierno chino. Grosso modo, este concepto hace referencia a impulsar un modelo de desarrollo económico basado en la innovación, el desarrollo tecnológico y científico. Bajo esta premisa, China está consolidando un desarrollo económico y social que mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Las fuerzas productivas, desde una perspectiva marxista, son la tierra, el capital y el trabajo. Pero ahora China le ha añadido el adjetivo “nuevo” para incorporar el desarrollo tecnológico. Las nuevas fuerzas productivas se aplican en diversos ámbitos de la sociedad, desde el sector educativo y económico hasta el tecnológico. Este concepto no busca abandonar los sectores económicos tradicionales de China, sino adaptarlos a las nuevas necesidades de desarrollo tecnológico del mundo, especialmente en sectores de alta tecnología como semiconductores, inteligencia artificial, aeroespacial y biomedicina.
El desarrollo y crecimiento económico de China no se puede entender sin el concepto de las nuevas fuerzas productivas. El sector automotriz, en la última década, ha tenido un gran avance precisamente por el impulso estratégico que tiene el desarrollo tecnológico en todas las actividades económicas de China. De acuerdo con datos del Buró Nacional de Estadísticas, en 2024 el gasto total de China en Investigación y Desarrollo (I+D) superó los 3,6 billones de yuanes (500.000 millones de dólares); en proporción al PIB, China invirtió el 2,69%, según el portal de la agencia de noticias Xinhua. En el caso de España, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el gasto en I+D en 2023 fue del 1,49%.
China aplica una política de Estado que orienta el gasto público a lograr, a través de las nuevas fuerzas productivas, un nuevo modelo de desarrollo económico. Provincias como Cantón y Jiangsu no se pueden entender sin la aportación que ha tenido en los últimos años el desarrollo tecnológico a sus economías.
El gobierno chino promueve la cooperación internacional basada en la ciencia y la tecnología. “La ciencia no conoce fronteras y sirve a los intereses de toda la humanidad”, fueron las palabras de Yin Hejun, ministro de Ciencia y Tecnología, durante la Segunda Conferencia de la Franja y la Ruta sobre el Intercambio de Ciencia y Tecnología, celebrada en junio pasado en la provincia de Sichuan. China ha cooperado con América Latina y África en diversos proyectos que buscan impulsar el desarrollo tecnológico local e incorporar sus sectores económicos a las nuevas tecnologías.
La innovación y el emprendimiento son fundamentales en este nuevo contexto de fuerzas productivas. Es necesario que, al igual que China, España y las economías europeas comiencen a adaptar sus actividades económicas mediante las nuevas fuerzas productivas, con el fin de conseguir un desarrollo económico y tecnológico progresivo que mejore la calidad de vida de nuestras sociedades. La cooperación entre España y China ofrece una ventana de oportunidad para que ambas partes inviertan de manera conjunta a través de las nuevas fuerzas productivas.