La antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona cerró sus puertas en diciembre de 2021, cuando su último vehículo Nissan salió de las instalaciones. Pero casi tres años después, esta planta industrial ha cumplido un nuevo hito tras un proceso de reindustrialización. Este sábado se puso en marcha de manera oficial la línea de producción para la fabricación del coche eléctrico Ebro S700 en la Ebro Factory, propiedad de la empresa china Chery y la catalana EV-Motors.
El inicio de la producción implica la creación de más de 500 puestos de trabajo directos, hasta llegar a 1.250 a medida que aumente la actividad, con el objetivo de reincorporar a los trabajadores que forman parte de los compromisos adquiridos en la mesa de reindustrialización. Un proyecto que espera llegar a producir 20,000 unidades en 2025, según explicó el ministro de Industria, Jordi Hereu, presente en el acto.
Es por lo que la puesta de largo, la de este sábado, no solo simbolizó el renacer de esta antigua fábrica sino que representa las relaciones empresariales que hay entre España y China. A la inauguración asistieron representantes de todas las Administraciones y del Gobierno de China. Fue el embajador de China en España, Yao Jing, quien aseguró que “la colaboración económica e industrial es importante para ambos países y espero que podamos colaborar más en sectores como la alta tecnología”.
Una búsqueda de unas buenas relaciones que tras el acto se escenificó en el Palau de la Generalitat, donde el presidente de Cataluña, Salvador Illa mantuvo un encuentro con el presidente de la Asamblea Popular Nacional de China, la tercera autoridad del país, Zhao Leji. Un encuentro cuyas delegaciones asegurando que los vínculos entre los gobiernos supondrán “un nuevo impulso en nuestras relaciones económicas, comerciales, sociales y culturales”.