El desarrollo comercial y económico de China en los últimos cinco años, durante la implementación del XIV Plan Quinquenal (2021-2025), ha consolidado al país como un motor clave del crecimiento mundial, a pesar de las incertidumbres que han marcado este período. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, la economía china ha mostrado un efecto estabilizador, destacando especialmente la expansión del consumo electrónico. Como resultado, la tasa de crecimiento anual promedio de las ventas minoristas de bienes de consumo alcanzó el 5,5%, posicionando a China como el segundo mercado de consumo más grande del mundo
El consumo en China se ha ajustado a las nuevas demandas de la población, con un énfasis creciente en la innovación, la digitalización y la sostenibilidad. Solo en la primera mitad de este año, los programas de renovación de bienes generaron ventas por 2,9 billones de yuanes, beneficiando a cerca de 400 millones de personas.
Pero no solo han cambiado los productos, que cada vez incorporan nuevas tecnologías y la integración de la inteligencia artificial, sino que los canales de consumo han variado, con una destacada importancia del comercio electrónico. En concreto, el comercio electrónico en China sigue consolidando su posición como el más grande del mundo, con ventas minoristas en línea que alcanzaron 3,85 billones de dólares en 2024. Esto representa aproximadamente la mitad de todas las ventas en línea a nivel global, superando a Estados Unidos y Europa combinados.
El país no solo ha abierto aún más su mercado al exterior mediante la política de entrada sin visado, que actualmente beneficia a 75 países, sino que también ha implementado políticas de reembolso de impuestos para turistas al abandonar China.
Este enfoque abierto ha impulsado la llegada de empresas extranjeras al país. Durante el XIV Plan Quinquenal, el capital extranjero superó los 700.000 millones de dólares, y entre enero y julio de 2025 más de 36.000 empresas establecieron operaciones en China, con una inversión extranjera directa que alcanzó los 468.000 millones de yuanes (65.800 millones de dólares). Cabe destacar que en 2024, más del 50 % del comercio chino se realizó con países participantes en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, consolidando a China como un socio estratégico en la cooperación internacional, con acuerdos de cooperación suscritos con más de 150 países.
Paralelamente, China ha reforzado su apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico, registrando un crecimiento sostenido en sectores como la manufactura avanzada, la economía digital, la inteligencia artificial y el mercado de semiconductores. En julio, el sector manufacturero de alta tecnología creció un 9,3 % interanual, impulsado por un aumento del 80 % en la producción de drones inteligentes y un 24 % en robots industriales, según la Oficina Nacional de Estadísticas. Asimismo, la producción de vehículos eléctricos, incentivada por las políticas del XIV Plan Quinquenal, aumentó más del 36 %.
Este desarrollo económico, basado en la cooperación internacional y en una economía digital y sostenible, ha permitido que China mantenga su liderazgo mundial en el comercio de bienes, con una cuota de mercado internacional que supera el 14 % en exportaciones y el 10 % en importaciones, según datos del Ministerio de Comercio.
De cara al futuro, China busca consolidarse no solo como una economía fuerte en consumo interno, sino también como una potencia tecnológica. Se espera que para finales de 2025, y en preparación para el próximo plan quinquenal, las industrias digitales representen más del 10 % del Producto Interno Bruto nacional.