El desafío de la transición energética: Un reto global en el que España y China pueden cooperar

El pasado día diez de diciembre se celebraron en la sede de la UNED en Madrid, las jornadas “Retos en la Transición Energética: Aportaciones desde España a un Desafío Global”, que contaron con el apoyo y la participación de la Fundación Cátedra China y la empresa China Three Gorges Europe. Las jornadas acogieron distintos puntos de vista, y voces provenientes de los campos académicos, institucional, empresarial y cultural, tanto de Europa como de China. Este crisol de puntos de vista permitió a los asistentes profundizar en el conocimiento sobre la situación actual del proceso de transición energética tanto en España como en Europa. Fueron muy enriquecedores los aportes de ponentes procedentes de países tan distantes geográficamente como China, que también se enfrenta a las mismas vicisitudes que los países europeos, ya que la transición energética es un fenómeno a escala planetaria y que afecta a todas las sociedades del globo.

La transición energética conlleva un cambio de paradigma que afecta tanto a las fuentes de energía como a la economía, la sociedad, la tecnología, el desarrollo económico de los distintos países y a los distintos sectores que conforman nuestro tejido productivo. No supone solamente un cambio en las fuentes de energía que utilizamos para nuestra actividad diaria, si no que supone repensar todas las actividades de la economía o de la sociedad, de un modo que permita cambiar el uso de combustibles que producen emisiones de gases contaminantes, por otras fuentes que, aunque no sean totalmente limpias en emisiones de carbono, permitan reducir las emisiones actuales.

Desde el punto de vista de España, y también desde el de la Unión Europea, los ponentes enfatizaron que se están realizando grandes esfuerzos para alcanzar la neutralidad de emisiones de CO2 para el año 2050, lo que converge con los objetivos medioambientales de otras geografías, concretamente con China, que prevé llegar a esa misma neutralidad de emisiones tan solo diez años más tarde, en 2060. Esta convergencia de objetivos y de medios, fue enfatizada en la exposición hecha por el Sr. Qu Xun, Ministro Plenipotenciario de la Embajada de la República Popular China en España, que señaló que España y China están entre los países que lideran el desarrollo de las tecnologías de energía limpia a escala mundial. Desde su punto de vista las energías limpias son un campo en el que ambos países pueden cooperar y colaborar para llevar a cabo grandes avances. Este punto de vista también fue compartido por el Sr. Ricardo Mairal Usón, Magfco. Rector de la UNED, que señaló la oportunidad que supondría tanto para España como para la Unión Europea, el poder colaborar con otros países como China para aprender e intercambiar conocimientos, tecnología y experiencias regulatorias en el sector de las nuevas energías.

La cooperación y el intercambio de conocimiento, fue uno de los puntos importantes señalados por el Sr. Ramón María Calduch, Presidente de ACCEDER, que enfatizó que el modelo actual de desarrollo “no sirve”, y que las tensiones entre países dificultan el desarrollo de acuerdos globales que nos beneficien a todos. Si bien es cierto que actualmente desconocemos hacia donde nos llevarán los avances tecnológicos presentes y futuros de la humanidad, desde su punto de vista la cooperación entre pueblos y países nos conduce a soluciones, y no así la confrontación. Tenemos que saber aprovechar esos puntos de cooperación y diálogo para potenciar una competencia sana en lo cultural y lo tecnológico, que permita un mejor avance de toda la humanidad.

Este mismo sentido de cooperación fue resaltado en la intervención del Dr. Vicente López-Íbor Mayor, Presidente de la Federación Europea de Asociaciones de Derecho de la Energía (EFELA), que si bien se centró en la normativa energética de la Unión Europea, enfatizó como las mimbres de la unión, cooperación y trabajo conjunto de los países europeos por el avance de las sociedades que la componen, fueron en su esencia dos organizaciones centradas en la política energética, una para le carbón, la CECA, y otra para la energía nuclear, el EURATON. De aquella primera cooperación entre países centrada en la cuestión energética, ha surgido un modelo de cooperación entre países que actualmente está en muchos campos a la vanguardia de la Comunidad Internacional.

En esta línea de la cooperación, y el aprendizaje mutuo entre distintas sociedades, el Dr. Pedro García Ybarra, Catedrático de mecánica de fluidos de la UNED, señaló como la Unión Europea podría tomar el ejemplo de China en cuanto al apoyo continuado en la investigación para el desarrollo de tecnologías limpias. El desarrollo tecnológico y científico en estos campos debería ser una prioridad a escala global y contar con el mayor soporte de las instituciones nacionales y supranacionales posible. En esta misma línea la Dra. Miriam Bueno Lorenzo, de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), señaló como muy necesaria la autonomía estratégica de la Unión Europea en las tecnologías de economía circular, y como el desarrollo que van a generar estas nuevas tecnologías e inversiones tienen que conllevar un desarrollo equitativo e integrador, que tenga en cuenta tanto a las regiones rurales como a las urbanas. Los beneficios generados por la transición energética y sus tecnologías tienen que alcanzar de forma equitativa a toda la sociedad, y no ser fuente de desigualdades entre regiones.

Este desarrollo equitativo que comparta los beneficios derivados de las oportunidades económicas y tecnológicas que conlleva la transición energética, también debe tener en cuenta un desarrollo a nivel global, entre distintas regiones y sociedades de nuestro planeta. Tal como señaló el Sr. Mariano Jabonero Blanco, Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos, el Sur Global, y concretamente América Latina, es una región que se ve afectada por los efectos del cambio climático, y que a su vez tiene un potencial de crecimiento y desarrollo para proyectos donde la transición energética sea el nexo conductor de la cooperación y el desarrollo de la mano de otras regiones del mundo como la Unión Europea o China.

Las inversiones y desarrollos futuros tanto en el campo tecnológico como en el económico derivados de la transición energética, deben de tener presente que el cambio climático y la contaminación son problemas globales que necesitan de soluciones globales. Tal y como señaló en su intervención la Dra. Concepción Escobar Hernández, Catedrática de derecho internacional público de la UNED, se necesita de una respuesta cooperativa de toda la Comunidad Internacional en su conjunto, y que tenga en cuenta a todas las sociedades que la componen. El reto de la transición energética, y sus implicaciones en economía, medio ambiente, tecnología, cultura y cooperación entre países está más presente que nunca en nuestro día a día, y tal y como señaló nuestra compañera Marta Montoro, Gerente de la Fundación Cátedra China, nuestro planeta es una comunidad de destino compartido, y en la situación climática actual, o ganamos todos o no gana nadie.