Sin lugar a dudas, la elección de Kazán como sede del evento no fue casual. Kazán es la capital de la República de Tartaristán (tierra de los tártaros), donde en la actualidad hay una magnífica multietnicidad, famosa por la convivencia entre musulmanes y cristianos ortodoxos. Siendo un claro guiño a su leitmotiv: multipolaridad, multietnicidad y multireligiosidad, que los BRICS exhiben con sano orgullo.
“Fortalecer el multilateralismo para un desarrollo y una seguridad globales equitativos”.
Con este lema, la presidencia de la Federación de Rusia de los BRICS (actualmente BRICS+), hace una clara declaración de intenciones en la que se torpedea, con luz y taquígrafo, el sistema colonial del Imperio del Destino Manifiesto (IDM), mostrando al mundo entero que otra gobernanza global es posible, así como que un comercio equitativo también lo es.
La Secretaría General de Naciones Unidas estuvo representada en Kazán por António Guterres, lo que ha sido un auténtico varapalo para el IDM que siempre ha manejado la ONU a tenor de sus intereses más espurios —desde su construcción por ellos mismos, cuando se convirtió en la sucesora de la Liga de las Naciones: el antiguo sueño de Franklin D. Roosevelt que pactó en Yalta con Stalin y Churchill—.
A pesar del silencio mediático que ha existido en occidente sobre esta reunión de los BRICS en Kazán, se ha vuelto un clamor ensordecedor ya que Rusia no parece estar muy aislada ni muy debilitada, como era el plan de la angloesfera. De hecho, la presencia de Guterres está en la línea marcada por los BRICS sobre la modernización y actualización de la ONU; es decir, o la ONU comienza a reflejar la nueva realidad política y económica del planeta, o quedará obsoleta ante la nueva gobernanza global que los BRICS están gestando: adaptarse o desaparecer, esa es la cuestión para la ONU.
Éxito abrumador para Rusia
En Kazán se han reunido 35 países y 6 jefes de organizaciones internacionales, incluido Antonio Guterres (secretario general de la ONU), que discutieron sobre temas de cooperación en los ámbitos de la política, la seguridad, la economía, las finanzas, así como relaciones culturales y humanitarias.
En la actualidad, el grupo BRICS+ está compuesto por 10 países: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Irán, Arabia Saudita, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos. En septiembre, el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, anunció que 34 países ya han expresado su deseo de unirse a los BRICS. También precisó, que se está trabajando en la creación de un sistema de pagos independiente y propio. Igualmente, señaló que Rusia ha reforzado sus relaciones económicas con Asia en un 60%, con África en un 69% y con América Latina en un 42%.
La Presidencia del BRICS en Kazán ha programado más de 200 actos en distintos lugares del territorio ruso, y más de 4.000 participantes extranjeros de 97 países se preparan para los Juegos BRICS de Kazán. Dichos Juegos se han convertido en un sistema deportivo fuera de los actuales (FIFA, UEFA, COI, AMA, etc.), manejados por una élite occidental con claras implicaciones políticas y, por tanto, alejados del espíritu olímpico que dicen representar. Buen ejemplo de ello fue, y sigue siendo, la expulsión de la Federación de Rusia de cualquier evento deportivo a nivel mundial apoyándose en mentiras manifiestas de dopaje o directamente por ser parte de la Guerra de Ucrania. Ni que decir tiene que otros participaron, y participan, en guerras aún peores y, por supuesto, que jamás serán excluidos de ninguna competición deportiva. La típica doble moral del occidente civilizado del jardín de Borrell.
Por todo ello, queda meridianamente demostrado que Rusia no está precisamente aislada ni política ni comercialmente.
La multipolaridad ha llegado
El mundo no occidental se aleja de occidente, en palabras de Narendra Modi (presidente de India): “BRICS no es antioccidental, es simplemente no occidental”. Lo que reafirma un sistema de relaciones internacionales nuevo en el que los BRICS ni excluyen ni confrontan contra nadie.
Es muy relevante que acudieron a la cita Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán y Kirguistán, representados directamente por sus jefes de estado. O sea, todo Asia Central. Esto solidifica la posición de Asia Central en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), la nueva Franja y Ruta de la Seda, etc.
Algunos detalles:
- La declaración final de la reunión tiene 134 puntos.
- Se pide la aceptación de los principios de la ONU.
- Dejaron claro que no se convertirán en un G7.
- Una idea central es que la pertenencia al grupo en absoluto restringirá su soberanía, cosa que sí ocurre en la UE, OTAN, etc.
- El grupo va a operar económicamente fuera del sistema monetario estadounidense.
- Los BRICS intentan recomponer las fallas del sistema internacional de gobernanza, reestructurando y complementando lo que se necesite.
- Los BRICS no necesitan un adversario para existir. Sólo quieren vivir al margen de las clásicas élites blancas de siempre.
- Turquía, miembro de la OTAN, solicitó ser un miembro asociado a los BRICS, lo que es relevante. Además, fue a la reunión el propio Erdoğan que ha solicitado ser miembro asociado.
Conclusiones
El actual orden mundial construido ad hoc por el IDM se comenzó a crear poco antes del final de la II Guerra Mundial en Bretton Woods (ahora se cumplen 80 años). Y, desde entonces, ha creado una suerte de organismos internacionales, a saber: la Reserva Federal, la ONU, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la OTAN y otras “ONG” …, con el claro objetivo de mantener y extender el sistema colonial del Imperio del Destino Manifiesto (IDM) hasta la dominación planetaria completa.
Pero los BRICS, que se han adherido a la política china de no inmiscuirse en los asuntos internos de terceros países y en el comercio equitativo, se han ganado el respeto y la confianza de un sinfín de países, que por fin encuentran una opción realista y justa para alcanzar la soberanía con que sueñan todos los pueblos.
Los BRICS representan un cambio radical de paradigma en las relaciones internacionales que pretende dejar atrás la sabida definición: “Las Relaciones Internacionales son las relaciones de poder entre distintos países”. Así los BRICS se están convirtiendo en un vórtice atractor de todos los países que desean liberarse del yugo del entramado de instituciones antes mencionadas, que sólo tienen como función controlar y esquilmar a la mayor parte de todas las naciones del planeta —considerados como colonias—, para transferir toda la riqueza, el poder y la soberanía a la metrópoli; es decir, al IDM.
Los BRICS tendrán que superar no pocas dificultades, porque nunca en la historia mundial se ha gestado un cambio del orden mundial pacífico y pactado en términos de igualdad por una verdadera Comunidad Internacional de países soberanos. El presidente Xi Jinping subraya con frecuencia la necesidad de crear “Una comunidad de destino compartido por toda la Humanidad”. Originalmente, la frase pertenece a Confucio. Y, hoy más que nunca, a través de las políticas de China y de los BRICS se está haciendo realidad.