Dos miembros del claustro junior participan en un seminario sobre medio ambiente en Fuzhou y Wuhan

Por Laura Bullón y Juan Manuel Sotillo

Publicado el 21/10/2024

Los miembros del Claustro Junior Laura Bullón y Juan Manuel Sotillo participamos el pasado mes de septiembre en el Seminario de Desarrollo Verde y Protección del Medio Ambiente en los Países de América Latina. El seminario, organizado por el Centro de Cooperación Económica Internacional de la Provincia de Fujian, contó con participantes de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá y nosotros desde España.

Durante el seminario de 15 días de duración asistimos a interesantes conferencias dadas por académicos, funcionarios y profesionales de distintos ámbitos que nos permitieron conocer de primera mano el proyecto de desarrollo verde que se ha realizado en la ciudad de Fuzhou, así como otros aspectos de carácter medioambiental que se están desarrollando e implantando a lo largo de toda China.

Las aguas cristalinas y las montañas verdes son como montañas de oro y plata

Uno de los conceptos más repetidos durante el seminario fue: “las aguas cristalinas y las montañas verdes son como montañas de oro y plata” (绿水青山就是金山银山). Este concepto acuñado por el Presidente Xi Jinping, pone de relieve que la protección del medio ambiente es una cuestión valiosa para la sociedad y que genera riqueza económica, ya que las posibles alternativas, que son un medio ambiente degradado, la contaminación de las aguas o la desertificación, son tremendamente perjudiciales tanto para la sociedad como para la economía de cualquier país.

Durante las distintas conferencias pudimos aprender conceptos tan interesantes como la “ciudad esponja” (海绵城市) o el programa de creación de “una hermosa China” (建设美丽中国), que muestran cómo China está enfocando su desarrollo económico hacia iniciativas de desarrollo cada vez más verdes.

Otro aspecto que nos pareció muy interesante es que las instituciones de China están trabajando duramente para alcanzar objetivos muy ambiciosos en materia medioambiental, que incluyen previsiones de alcanzar el pico máximo de emisiones de CO2 para el año 2030, y la neutralidad de emisiones de CO2 para el año 2060. Nos sorprendió gratamente la planificación y el amplio abanico de iniciativas encaminadas a conseguir ambos objetivos medioambientales, que desde el punto de vista mostrado por los conferenciantes, están interiorizados tanto en la administración pública como en la sociedad del país. China quiere convertirse en un país con un desarrollo verde en todas las facetas posibles, y dar ejemplo de que aunque en el pasado su desarrollo no fue todo lo medioambientalmente sostenible que podría haber sido, en el futuro quieren estar en la vanguardia del desarrollo verde y sostenible.

Este ímpetu por estar a la vanguardia del desarrollo verde es el que está llevando a China a compartir sus conocimientos y experiencias con otros países en desarrollo, en este caso, con los países de América Latina.

Fuzhou, la ciudad del jazmín

Tuvimos la magnífica oportunidad de pasar estos días en Fuzhou (福州), la capital de la Provincia de Fujian (福建). Fuzhou es conocida como la “ciudad jazmín”, ya que el jazmín es una flor que crece de forma natural en la región, y con ella se elabora el té de jazmín, una de sus señas de identidad.

La ciudad de Fuzhou cuenta con un precioso centro histórico muy bien conservado, donde pudimos disfrutar de la experiencia de las “Tres calles y los siete callejones” (三坊七巷), una zona única donde se entremezclan edificios históricos como templos, casas señoriales antiguas, y uno de los centros históricos mejor conservados de toda China, con el bullicio y el gentío de una zona dedicada al comercio y a la restauración. Sinceramente fue uno de los lugares que más nos gustó de la ciudad. No podemos olvidarnos que uno de los elementos históricos más significativos del centro de Fuzhou son sus famosas Pagoda Blanca (白塔) y Pagoda Negra (乌塔). Ambas torres forman parte de dos templos distintos ubicados en el centro histórico, y son uno de los símbolos de la ciudad.

También tuvimos la oportunidad de visitar los parques que salpican la ciudad. Fuzhou es una ciudad entre montañas, y eso se nota en su frondosa vegetación y grandes áreas verdes. Visitamos “el sendero forestal urbano de Fudao 福道”, ruta elevada de casi 20km, y el parque Jinan.

Su favorable clima y vegetación han permitido a Fuzhou desarrollar otra de sus señas de identidad, que es el cultivo y elaboración del té, que está presente en múltiples empresas y comercios a lo largo de toda la ciudad. En este aspecto disfrutamos la estupenda experiencia de visitar “la aldea de Liangcuo”, para comprender la integración y el desarrollo del té y las industrias culturales, donde nos enseñaron un proyecto de turismo rural medioambientalmente sostenible, una revitalización rural, y lo más interesante, el proceso de elaboración del famosos té de jazmín de Fuzhou

También visitamos las orillas del río Min (闽江) que baña la ciudad, y ha permitido el desarrollo de una red de espléndidos parques en sus riberas, donde los habitantes de la ciudad disfrutan del deporte, baile y de numerosas especies naturales, además de por la noche poder disfrutar del espectáculo de luces de los grandes edificios que componen el skyline de la ciudad.

Wuhan: Una ciudad universitaria a orillas del río Yangtzé 

También visitamos la gran ciudad de Wuhan (武汉) , que es el mayor hub de innovación e investigación universitaria del centro de China, que además es una histórica ciudad a orillas del río Yangtzé. Nos sorprendió mucho nuestra visita a la “Ciudad de diseño industrial de Wuhan D+M” y las innovaciones de todo tipo que allí se habían desarrollado.

En Wuhan también pudimos visitar las orillas del Yangtzé, y el magnífico centro colonial, que mantiene una vibrante zona comercial trufado de reminiscencias de las antiguas concesiones coloniales del siglo XIX.

Pese al breve contacto con Wuhan, en esta gran ciudad de casi 14 millones de habitantes, pudimos ver como la ciudad también busca ser referente como capital del diseño, sin dejar de lado el desarrollo verde, con proyectos de gran envergadura como el Lago del Este (东湖).

Ambos queremos finalizar este artículo, que narra de forma muy compacta todo el viaje, dando las gracias de nuevo al Centro de Cooperación Económica Internacional de la provincia de Fujian y todas las personas que nos ayudaron y acompañaron durante la estancia, y por su puesto también a los compañeros con los que compartimos el seminario.

El viaje ha sido una valiosa experiencia, con aportes tanto intelectuales como culturales, apreciando de primera mano como la ciudad de Fuzhou busca ser un referente medioambiental y que la huella que están implementando pueda incluso influenciar a otros países en sus caminos a ciudades más verdes.