Con el objetivo de atraer talento joven extranjero del sector científico y tecnológico, a partir de este miércoles, China introduce una nueva categoría de visado, la Visa K. Con ella, los profesionales extranjeros en áreas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) podrán entrar al país asiático para vivir y trabajar, sin necesidad de una oferta laboral previa, lo que podría atraer a trabajadores extranjeros en busca de nuevas oportunidades al eliminarse uno de los requisitos más comunes a la hora de comenzar a emprender o una nueva vida laboral en otro país.
Esta nueva visa, para graduados de cualquier universidad, ofrece una mayor comodidad a sus titulares, incluyendo más entradas permitidas y estancias más largas justo en un momento, además, en el que en otros países como Estados Unidos han endurecido las condiciones para obtener un permiso de residencia o entrada. De hecho, a principios de septiembre, Donald Trump anunció que solicitaría a las empresas pagar 100.000 dólares anuales por cada visa H-1B para trabajadores, la utilizada normalmente por las empresas para contratar trabajadores extranjeros cualificados en Estados Unidos.
Sin embargo, con el nuevo permiso de entrada puesto en marcha por China, que fortalecerá el mercado laboral y la innovación china, se facilitarán los intercambios y la cooperación entre jóvenes profesionales chinos e internacionales en áreas como la ciencia y la tecnología una vez que se han flexibilizado las condiciones con la que contaba la visa Z para empleo, que contaba con la obligación de tener un contrato de trabajo previo.
Pero ahora, con este nuevo paso en la política migratoria de Beijing, que facilita la entrada a su mercado a los profesionales cualificados extranjeros en un momento de fuerte competencia global para atraer talento, los jóvenes extranjeros graduados o investigadores de las áreas STEM podrán entrar al país por actividades como la enseñanza o la investigación, aunque también para emprender, fomentar los intercambios culturales o realizar intercambios comerciales y así atraer e incorporar talento innovador cualificado al mercado laboral chino.
Una política que refleja el objetivo de China por ser un país cada vez más abierto y contar con cada vez un mayor número de intercambios internacionales. Un ejemplo de ello es la política de entrada sin visado que comenzó a finales de 2023 y que permite a los ciudadanos de hasta 75 países entrar al país sin ningún requerimiento por turismo o negocios por un plazo de 30 días.