Estados Unidos ha vuelto a dar un paso más en la guerra arancelaria que protagoniza desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca en enero. Este jueves anunció que impondrá un 10% adicional de gravámenes a productos procedentes de China al considerar que ha hecho esfuerzos insuficientes por combatir la entrada de fentanilo en Estados Unidos.
Una medida que se suma al 10% que impuso en un primer paquete de medidas tan solo una semana después de llegar a la presidencia. Así, al ya ascender los aranceles para China a un 20%, el gobierno asiático ha anunciado, a través de un comunicado del Ministerio de Comercio, que tomará “todas las contramedidas necesarias” para “defender sus derechos e intereses legítimos”.
A la primera tanda de aranceles firmados por Trump, China respondió con la imposición de aranceles a ciertos productos estadounidenses, a pesar de que Estados Unidos los impuso para todos los productos chinos.
Y es que para China, que ha vuelto a hacer una llamada al diálogo a la administración estadounidenses, estas medidas económicas suponen una violacion de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)» y que «socavan el sistema de comercio multilateral».
Aunque Trump justifica la medida en que China es uno de los principales países orígenes del fentanilo que llega a Estados Unidos, lo cierto es que el país asiático fue el primero en el mundo en implementar una regulación oficial sobre el fentanilo, en 2019. «Sin embargo, EEUU ignora los hechos. Impuso anteriormente un arancel del 10% a China por el fentanilo y amenaza con nuevos otra vez. Esta conducta de ‘echar la culpa’ no hará que se solucionen sus propios problemas. Es más, aumentará la carga sobre las empresas y los consumidores estadounidenses y socavará la estabilidad de la cadena industrial mundial», asegura el comunicado.