España se abre camino en la Feria Internacional de Innovación de Nanjing: una experiencia transformadora

La quinta edición de la Feria Internacional de Innovación de Nanjing, celebrada entre el 16 y el 19 de septiembre, se ha convertido en un punto de encuentro inolvidable para la comunidad empresarial europea. Para quienes llegamos a China por primera vez, la magnitud del país, el aire de modernidad que se respira en sus ciudades y la calidez de su gente han marcado un antes y un después. Todo ello ha sido posible gracias a la coordinación y apoyo de la Fundación Cátedra China, cuyo papel ha resultado esencial.

China impresiona desde el primer momento. La dimensión de sus urbes, el nivel de sus infraestructuras y la vitalidad de su vida urbana evidencian el lugar que ocupa en el siglo XXI. Tanto de Nanjing como en Nandong, sedes de la feria, tradición y futuro se entrelazan y combinan con absoluta y sorprendente normalidad. Impacta la vida de sus calles y el flujo personas.

La Fundación Cátedra China ha hecho posible que representantes españoles y europeos hayamos podido vivir esta experiencia en primera persona. Gracias a su labor de puente entre ambos países, empresarios de sectores como la segunda mano, el vino, las agencias inmobiliarias, despachos de abogados, servicios digitales, inteligencia artificial, ciberseguridad, numerosas e interesantes aplicaciones digitales, softwares de gestión, vehículos eléctricos y economía circular, hemos podido entrar en contacto con un mercado tan exigente como abierto a la colaboración.

La Feria no sólo ha mostrado la capacidad tecnológica de China, sino también su hospitalidad. En las visitas a fábricas se percibe la magnitud de sus parques industriales, perfectamente integrado con zonas verdes, conforman espacios donde la generación de riqueza es inevitable. Orden y visión de futuro en impecables instalaciones donde la productividad es una consecuencia indiscutible.

Destaco también el trato recibido por las autoridades locales, quienes han desplegado una atención cercana y respetuosa hacia los representantes extranjeros, creando un marco ideal para el diálogo y la cooperación. Esta misma cordialidad se ha repetido en Nandong, donde la delegación fue recibida con un interés y agasajo sincero por parte de gobernantes y empresarios.

La comunidad española y europea presente en la feria ha mostrado un entusiasmo palpable por explorar las oportunidades que ofrece el mercado chino. El hambre de los comerciantes locales por establecer acuerdos, unido a su amabilidad y curiosidad, refuerza la convicción de que China no es solo un socio estratégico, sino también un aliado dispuesto a aprender y a compartir.

La experiencia ha sido también una ventana a la cultura china. La riqueza de sus tradiciones, la manera en que combinan lo ancestral con lo moderno y el respeto profundo hacia la Medicina Tradicional China ofrecen un terreno fértil para quienes, como yo, queremos adentrarnos en la esencia del país desde diferentes perspectivas.

Mi paso por Nanjing y Nandong deja en mí la certeza de que este viaje es sólo el inicio, el primero de (ojalá) muchos. La cultura, la Medicina Tradicional China y el mundo de los negocios se entrelazan en un escenario que para mí merece explorarse con seriedad, respeto y entusiasmo. Con la vista puesta en nuevas alianzas y aprendizajes, queda claro que China es un destino al que seguro regresaré.