Trump recrudece la guerra comercial con China al subirle los aranceles al 125% mientras da una tregua al resto de países 

La guerra comercial dio este miércoles un giro de guión, con una doble medida por parte de Donald Trump. A la vez que dio marcha atrás en su guerra arancelaria al anunciar una tregua de 90 días para todos los países a los que había impuesto “aranceles recíprocos”, Trump agravó aún más la crisis con China al subirle los gravámenes hasta el 125%. 

El movimiento llega justo una semana después del anuncio del presidente de Estados Unidos y cuando los mercados de todo el mundo registraron varios días consecutivos grandes pérdidas. Pero aunque el equipo de la Casa Blanca niega que este movimiento responda a la presión a la que han estado sometidas las Bolsas, sí que aseguró que la decisión de mantener el pulso con China y agravar la crisis arancelaria es como consecuencia, y a modo de castigo, de la política de Beijing, que decidió imponer aranceles del 84% a los productos estadounidenses cuando el presidente de EEUU subió los gravámenes a los productos chinos hasta el 104%, tras sumar un 50% adicional en la jornada del martes. 

“En vista de la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente aumento el arancel que Estados Unidos de América cobra a China al 125%, con efecto inmediato. En algún momento, esperemos que en un futuro próximo, China se dará cuenta de que los días de estafar a Estados Unidos y a otros países ya no son sostenibles ni aceptables”, escribió Trump en Truth unos minutos antes de que su secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicara que lo anunciado por Trump este miércoles formaba plan del presidente desde el primer momento. 

“Era la estrategia de Trump desde el principio”, reiteró a las puertas de la Casa Blanca al recordar que el hecho de aprobar una pausa a los aranceles responde al hecho de que más de 75 países se han puesto en contacto con representantes de Estados Unidos para negociar una solución. Algo que, pese a las llamadas al diálogo por parte de China, para la administración Trump el país asiático no merece. 

Lo cierto es que este mismo miércoles el Gobierno chino presentó un libro blanco titulado ‘La posición de China sobre algunas cuestiones relativas a las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos’, donde aseguró que “no hay un ganador en una guerra comercial” y reiteró su rechazo a una escalada, sin dejar de lado una respuesta ante las provocaciones y medidas tomadas por parte de Estados Unidos. “China no quiere una guerra comercial, pero el Gobierno chino de ninguna manera se quedará de brazos cruzados cuando sean dañados o suprimidos los derechos legítimos de su pueblo”.