Xi Jinping ha dado un nuevo paso en la lucha contra el cambio climático al comprometerse a recortar las emisiones de efecto invernadero de China entre un 7% y un 10% en 2035, además de dar un nuevo impulso a las energías renovables. El anuncio lo realizó el presidente de China a través de una intervención grabada en una cumbre climática en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebra esta semana en Nueva York.
Este nuevo reto climático marcado por el país asiático en un momento, según Xi Jinping, “clave, supone un respaldo al Acuerdo de París, un tratado internacional aprobado en 2015 en París por el que los países se comprometieron a alcanzar el máximo de emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad climática a mediados del siglo XXI. De hecho, China, en su plan climático fijado para 2030, se había comprometido ya a alcanzar el pico de sus emisiones, por lo que el anuncio es un nuevo paso al estimarse que el techo de emisiones se alcanzará en 2028.
Xi Jinping se ha comprometido también a que el consumo de energía no fósil en China represente más del 30% del consumo total de energía, además de dar un gran impulso a la energía solar y eólica con la instalación de 3,6 gigavatios de capacidad, más de seis veces el nivel establecido de 2020. “Si bien algunos países actúan en contra, la comunidad internacional debe mantenerse enfocada en la dirección correcta, mantener una confianza inquebrantable, acciones incansables e intensidad constante e impulsar la formulación y el cumplimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, con miras a impulsar con mayor dinamismo la cooperación en la gobernanza climática global”, señalo.
Un discurso enmarcado en una situación de “tarea urgente a largo plazo” para China pero que llega en un momento en el que Estados Unidos y su presidente Donald Trump cuestionan continuamente el cambio climático y organismos como la ONU. En ese sentido, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, defendió durante la minicumbre climática organizada conjuntamente con Brasil, el país que acogerá en noviembre la conferencia anual sobre cambio climático, que la lucha contra el cambio climático no solo es una obligación moral o un simple motivo de autoprotección sino también “una oportunidad económica”. Destacó además el trabajo de China por la lucha contra el cambio climático al asegurar que “cumplió su objetivo eólico y solar para 2030 seis años antes de lo previsto”.
Pero Xi Jinping también pidió ante el plenario que los países asuman responsabilidades y destacó la importancia de fortalecer la coordinación internacional en tecnologías e industrias verdes para abordar el déficit de capacidad de producción verde y garantizar así el libre flujo de productos verdes de calidad a nivel mundial, para que los beneficios del desarrollo verde puedan llegar a todos los rincones del mundo”, enfatizó.