Eugenio Bregolat, exembajador de España en China: “China considera a España uno de sus mejores amigos en Europa”

Eugenio Bregolat ha sido embajador de España en China en tres ocasiones: 1986-1991, 1999-2003 y enero 2011-febrero 2013. Ahora, con motivo del 50 aniversario de las relaciones China-Unión Europea, analiza en China.org como han evolucionado las relaciones, teniendo en cuenta que “en Europa se admira la gran evolución económica de China en las últimas décadas, al tiempo que se teme que el enorme avance de China como potencia manufacturera pueda suponer importantes problemas para algunos sectores de la industria europea y su nivel de empleo”. Además, durante la entrevista asegura que China considera a España uno de sus principales amigos en Europa, por lo que pone de relieve los acuerdos y alianzas entre empresas chinas y españolas para continuar estrechando lazos y fortaleciendo las relaciones económicas.


En primer lugar, me gustaría pedirle que realizara un ejercicio de comparativa acerca de los cambios acaecidos en China que más le han llamado la atención desde que usted fue embajador hasta la actualidad y cómo son las relaciones China-España en estos momentos en comparación con cómo eran durante su estancia como embajador en China.

La China que yo conocí por primera vez en 1987 y la actual son a la vez iguales y muy diferentes.Iguales porque la milenaria cultura china, en su más amplio espectro, sigue ahí. Muy diferentes a causa del extraordinario desarrollo económico de China. La de hoy era impensable en 1987. Entonces en Beijing y las demás ciudades chinas apenas había coches (sólo bicicletas), ni edificios modernos, ni autopistas, ni luces de neón por la noche. Como ha dicho el Banco Mundial, “China ha conseguido en una generación lo que a la gran mayoría de países les ha costado siglos”. En cuanto a la mejora de la calidad de vida, baste recordar que la esperanza de vida ha alcanzado en China los 79 años (sólo 35 en 1949,cuando triunfó la Revolución Comunista). O que 150 millones de chinos viajan cada año al extranjero.Respecto a las relaciones de España con China, se han desarrollado mucho, en lo político, lo económico, lo cultural y en todos los aspectos. China considera a España uno de sus mejores amigos en Europa y España es partidaria de seguir mejorando las relaciones de Europa con China, como ha confirmado el reciente viaje del presidente Pedro Sánchez a China.

¿Cómo cree que percibe la UE el cambio de modelo de desarrollo económico de China a la luz del objetivo chino de “desarrollo de alta calidad”

En Europa se admira la gran evolución económica de China en las últimas décadas, al tiempo que se teme que el enorme avance de China como potencia manufacturera pueda suponer importantes problemas para algunos sectores de la industria europea y su nivel de empleo. Es necesario negociar y coordinar las políticas económicas respectivas. Un aspecto muy positivo para Europa y para el mundo es el gran avance de la industria y la tecnología chinas en relación a la transición energética. La lucha contra el cambio climático es una de las mayores preocupaciones de Europa y China está contribuyendo de forma decisiva a ella.

¿Qué papel pueden desempeñar las empresas de la UE y en concreto de España en el desarrollo de alta calidad de China?

Muchas empresas españolas y europeas de alto nivel tecnológico están implantadas en China y, a su vez, cada vez hay más empresas chinas de los sectores de “desarrollo de alta calidad” instaladas en España y en Europa. Los coches eléctricos y las baterías que empresas chinas están empezando a producir en España con empresas españolas en régimen de joint venture son un buen ejemplo.

China apuesta por la vía de desarrollo de apertura al exterior a un alto nivel y se esfuerza por optimizar continuamente el entorno empresarial. ¿Cuáles son las expectativas de las empresas de la UE a este respecto?

Europa siempre ha pedido a China que abra más su mercado, de modo que las empresas europeas reciban en China el mismo trato que las empresas chinas reciben en Europa. En los tres períodos que yo he sido embajador en China este tema estaba ya en agenda. China debe continuar haciendo esfuerzos al respecto, que han de ser correspondidos por Europa. Tanto Europa como China son grandes potencias comerciales y les interesa mantener los mercados internacionales abiertos, evitando el proteccionismo adoptado por la actual administración americana.

Teniendo en cuenta el compromiso de China con el objetivo de “doble carbono” (alcanzar un pico de carbono para 2030 y la neutralidad de carbono para 2060) y la rica experiencia de la UE en economía verde, ¿cómo pueden ambas partes reforzar su cooperación para hacer frente conjuntamente al cambio climático?

China lleva camino de cumplir sus objetivos climáticos, tanto respecto al pico (2030) como a la neutralidad (2060), antes de las fechas fijadas, como es habitual en los planes chinos. Sin la contribución china la lucha contra el cambio climático no podría tener éxito,tanto por ser el primer emisor de CO2, inevitable al ser la primera potencia manufacturera, como por dominar las industrias de la transición energética. Hay que esperar que EE. UU. abandone su postura negacionista en relación al cambio climático y regrese al Acuerdo de París. En un mundo sensato, libre de prejuicios geoestratégicos, los países ricos aprovecharían los bajos precios de la industria china del sector para financiar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo, cosa que China ya está haciendo en buena medida por su parte. Éste es un tema de importancia capital, ya que nos estamos jugando el futuro del planeta,cosa que tanto Europa como China reconocen.

Este año se cumple el décimo aniversario de la promoción de la construcción de la Franja Económica a lo largo de la Ruta de la Seda y de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI. ¿Qué opina la UE de estas iniciativas? ¿Cómo pueden ambas partes reforzar su cooperación para lograr beneficios compartidos?

La Ruta de la Seda terrestre ha conocido un gran desarrollo, en especial con los miles de trenes que circulan todos los años entre China y Europa, cuyo término se halla en la península ibérica. En cuanto a la marítima, el “Galeón de Manila” fue su antecedente. Los barcos españoles surcaron durante tres siglos el Océano Pacífico, de Manila a Acapulco, y de allí, cruzandoMéjico, a España, en lo que fue la primera globalización a escala mundial, entre Asia, América y Europa. Las mercancías asiáticas que llegaban a América eran básicamente chinas. Ya entonces las sedas españolas y mejicanas no podían competir, en su relación calidad-precio, con las cantonesas, en un precedente de lo que está siendo la competencia industrial entre China y Europa o América en la actualidad. La actual Ruta de la Seda Marítima entre China y América, que está conociendo un gran auge, se extenderá, con el deshielo, a la Ruta de la Seda del Ártico, que permitirá acortar en un tercio la duración del viaje por mar entre China y Europa.

Este año también se celebra el 50.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y la UE (la CEE en aquel entonces), y la asociación estratégica global China-UE lleva en vigor más de dos décadas. ¿Cómo cree que ambas partes podrían reforzar la comunicación, aumentar la confianza mutua y profundizar en la cooperación?

Para el próximo mes de julio está anunciada una cumbre entre la Unión Europea y China para conmemorar el 50 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas. Es de esperar que la ocasión sirva para consolidar los lazos de todo órden entre ellas, así como la apertura de los mercados frente al proteccionismo estadounidense. Un aspecto que considero esencial para aumentar a largo plazo los lazos entre Europa y China es el fomento del intercambio entre jóvenes. Habría que pensar en crear un intercambio de estudiantes europeos y chinos similar al Programa Erasmus.

China y la UE comparten una amplia gama de intereses comunes en materia de gobernanza mundial, ¿cómo pueden ambas partes reforzar la cooperación en el marco multilateral y salvaguardar el orden internacional basado en normas?

Europa es firme partidaria del multilateralismo,anclado en la ONU y en los demás organismos internacionales, como la Organización Mundial del Comercio o la Organización Mundial de la Salud. La OMC es fundamental para mantener abiertos los mercados internacionales. Es indispensable ponerla al día, negociando un nuevo marco de normas que responda a las exigencias de las realidades actuales.

En los últimos años, algunas voces en Occidente han pregonado el “colapso económico” de China e insisten en que China “no es lo que solía ser”. ¿Qué opinión le merecen estas afirmaciones?

En los casi cuarenta años que vengo ocupándome de China siempre he oído que China se iba a estrellar. Porejemplo, cuando China entró en la OMC, en el año 2001,tras hacer mayores concesiones comerciales que ningún país en vías de desarrollo. O cuando se inició la Recesión Global, en 2008. Una y otra vez China ha desmentido a los agoreros. En cuanto a que el mercado chino no es lo que solía ser, es obvio que a medida que China progresa en la producción de artículos de mayor valor añadido a precios imbatibles, como en el sector del coche eléctrico,las firmas extranjeras tienen más problemas para vender en China. Europa y China deben esforzarse en mantener sus mercados abiertos, atendiendo a las vulnerabilidades respectivas.