En la industria global de la comida rápida, nombres como McDonald’s o Starbucks dominaban el imaginario colectivo. Sin embargo, una marca nacida en China ha logrado eclipsarlos en número de establecimientos: Mixue Ice Cream & Tea. Esta cadena de helados y tés de burbujas (té con leche y tapioca) se ha convertido en el mayor imperio de tiendas a nivel mundial, gracias a una fórmula de precios “ultrabajos”, franquicias masivas y un marketing viral que conquista a los más jóvenes. A continuación, exploramos cómo Mixue pasó de ser un puesto de hielo raspado en Henan a un fenómeno internacional que supera en locales a Starbucks y McDonald’s.
Historia: de un helado de 1 yuan a 45.000 tiendas
Mixue fue fundada en 1997 en Zhengzhou (provincia de Henan) por Zhang Hongchao, un estudiante de 21 años que, con un préstamo de 3.000 yuanes de su abuela, abrió un pequeño puesto de granizados. Sus inicios no fueron fáciles: la primera tienda cerró tras el invierno, y Zhang incluso tuvo que vender frutas para subsistir. Lejos de rendirse, reintentó el negocio en 1999 con una oferta ampliada de bebidas frías. El punto de inflexión llegó en 2005, cuando Mixue lanzó un helado de vainilla por solo 1 yuan (aprox. 0,15 USD), que se volvió un éxito rotundo. Este helado ultrabarato cimentó la reputación de la marca y dio pie a un modelo de expansión acelerada. Para 2007, Zhang enfocó la empresa al modelo de franquicias, sentando las bases de un crecimiento explosivo.
En la década siguiente, Mixue proliferó en toda China, aprovechando especialmente las ciudades pequeñas y medianas. Tras múltiples reubicaciones, la primera tienda exitosa surgió en 2003, y ya en 2020 la cadena celebró la apertura de su tienda número 10.000. Su primera incursión internacional fue en Vietnam en 2018, inicio de una expansión por el sudeste asiático. Recientemente, la empresa alcanzó otro hito al debutar en la Bolsa de Hong Kong en 2025, levantando unos 444 millones de dólares en su oferta pública inicial. Lo que comenzó como un humilde quiosco estudiantil se ha transformado en un gigante mundial de heladerías y teterías.
El tamaño del gigante: cifras y alcance global
A finales de 2024, Mixue operaba más de 46.000 tiendas a nivel mundial, convirtiéndose en la cadena de comida rápida con más locales del planeta. Como referencia, McDonald’s cuenta con alrededor de 41.000 restaurantes y Starbucks con unos 38.000 cafés, mientras que cadenas como KFC rondan los 30.000. La siguiente tabla compara el número de establecimientos globales:

El sorpasso de Mixue –que en 2021 aún ocupaba el cuarto puesto global– ocurrió hacia el tercer trimestre de 2024, cuando superó por primera vez a McDonald’s y Starbucks en número de tiendas. Cabe destacar que la gran mayoría de los locales de Mixue están en China. Aproximadamente 40.000 tiendas se ubican en territorio chino, mientras unas 4.800 operan en el extranjero (principalmente en 11 países de Asia como Vietnam, Indonesia, Malasia o Tailandia). La marca también ha entrado en mercados más lejanos: posee tiendas en Australia e incluso ha comenzado a expandirse hacia América del Norte, con aperturas recientes en Canadá y planes para desembarcar en Estados Unidos. Este crecimiento vertiginoso refleja la rápida internacionalización de Mixue y su ambición de llevar sus helados y tés económicos a todos los rincones del mundo.
Claves económicas de su expansión: franquicias y eficiencia
El éxito de Mixue se apalanca en un modelo de negocio poco convencional dentro del sector de franquicias. Más del 99% de sus tiendas son franquiciadas, pero a diferencia de muchas cadenas, Mixue no depende de altas regalías por franquicia para generar ganancias. En su lugar, opera esencialmente como una empresa de suministro: obtiene la mayoría de sus ingresos vendiendo a sus franquiciados los ingredientes, insumos y equipos necesarios para operar las tiendas. De hecho, cerca del 70% de sus ingresos proviene de la venta de materias primas (té, leche, frutas, toppings, envases, maquinaria, etc.), mientras que solo un 2,4% proviene de comisiones o cánones de franquicia. Este enfoque le permite mantener precios ultrabajos al público y, aun así, asegurar márgenes de ganancia a escala.
Mixue también ha logrado una notable eficiencia operativa gracias a la integración vertical. La compañía cuenta con fábricas y centros logísticos propios capaces de abastecer rápidamente a miles de tiendas, reduciendo costes y manteniendo la calidad consistente. Por ejemplo, desarrolló parques logísticos en China que pueden despachar productos a hasta 1.000 franquicias en un solo día, garantizando reposición fluida incluso en su red masiva. Además, el costo para abrir una franquicia Mixue es considerablemente menor que el de instalar un McDonald’s o Starbucks, lo que ha atraído a miles de pequeños emprendedores con capital modesto. En países asiáticos, una tienda Mixue típica es pequeña, de servicio rápido y con gastos operativos reducidos, optimizando la rentabilidad de vender helados a $1 dólar. En suma, precios bajos + escala + franquicias accesibles = la fórmula con la que Mixue conquistó el mercado.
Marketing y branding: la mascota “Snow King” y la era viral
La mascota “Snow King”, un simpático muñeco de nieve con corona, se ha vuelto el rostro omnipresente de Mixue desde su introducción en 2018. Este personaje icónico adorna la imagen visual de la marca –presente en logotipos, decoración de tiendas y envases– y ha sido protagonista de campañas virales en redes sociales. Mixue entendió cómo conectar con la Generación Z: adoptó un tono alegre y desenfadado, con un branding colorido y juvenil que invita a compartir. Uno de sus mayores éxitos de marketing fue un jingle promocional pegajoso que se volvió meme: con la melodía de “Oh! Susanna”, la canción de Mixue arrasó en plataformas como Douyin/Bilibili, acumulando decenas de millones de reproducciones. Estos “tunes” y tendencias de TikTok con bailes en tiendas Mixue han dado a la marca una enorme difusión orgánica, transformándola en un fenómeno de la cultura pop digital.
La estrategia de redes sociales de Mixue combina contenido generado por usuarios, colaboraciones con influencers locales y promociones creativas. La empresa fomenta que sus clientes compartan fotos y videos disfrutando sus bebidas –con el inconfundible vaso rojo y el muñeco de nieve–, lo que crea publicidad boca a boca masiva en línea. En distintos países, Mixue ha lanzado ediciones especiales y
eventos para acercarse al público: por ejemplo, sabores exclusivos con empaques coleccionables en
Japón, festivales universitarios patrocinados en el Sudeste Asiático o presencia en ferias gastronómicas en Australia. Esta combinación de branding adorable (el Snow King es ya una celebridad por sí mismo) y marketing digital agresivo le ha dado a Mixue un reconocimiento de marca muy por encima de lo que cabría esperar de sus modestos precios.
Impacto cultural: democratización del té y helado para una nueva generación
El fenómeno Mixue trasciende lo empresarial y ha tenido un impacto sociocultural notable, especialmente entre la juventud. La marca ha democratizado el consumo de bubble tea y helados, ofreciéndolos a precios increíblemente bajos que los hacen accesibles para estudiantes y jóvenes trabajadores de ingresos medios-bajos. Mientras otras cadenas de té con leche optan por posicionamientos premium y locales elegantes, Mixue prosperó con una estrategia opuesta: montó pequeñas tiendas tipo kiosco en zonas de alto tráfico y campus universitarios, enfocadas en vender para llevar, rápido y barato. Sus locales se convirtieron en puntos de reunión informales donde los chicos pueden permitirse un boba diario sin afectar su bolsillo. En ciudades chinas de tercer o cuarto nivel –antes desatendidas por las grandes marcas– Mixue halló un mercado ávido y creó comunidad en torno a sus tiendas de barrio.
La influencia de Mixue también se ha dejado sentir fuera de China. En países del Sudeste Asiático, la cadena se volvió un referente pop: millones de consumidores la asocian con la cultura juvenil moderna asiática, al mismo nivel que marcas de bubble tea originadas en Taiwán o Japón. Sus hashtags y challenges abundan en redes sociales regionales, y muchos viajeros internacionales descubrieron Mixue como una parada obligada para probar el “helado más barato”. Occidente, por su parte, ha mirado con asombro el ascenso de esta empresa desconocida: titulares en medios la llaman “la mayor cadena de fast-food de la que nunca oíste hablar”. El hecho de que Mixue lograse más de 45.000 tiendas sin una sola ubicación en Estados Unidos o Europa subraya un cambio en las dinámicas culturales de la globalización gastronómica. Ahora, con su llegada inminente a Nueva York y otros mercados occidentales, existe expectación por ver si su propuesta (sabor aceptable, velocidad y precio imbatible) resonará igual de bien entre los jóvenes de fuera de Asia.
En definitiva, Mixue representa una nueva ola de innovación desde China: ha transformado una categoría de consumo mediante la accesibilidad y las redes sociales, convirtiendo un helado de $1 en símbolo de toda una generación. Su historia –de un puesto callejero a un imperio global– es un testimonio de cómo el ingenio en el modelo de negocio y la cercanía cultural pueden romper paradigmas, llevando sabores dulces y asequibles a millones de personas alrededor del mundo.