Pedro Barragán presenta ‘Por qué China está ganando’: “La clave del desarrollo económico de China está en los derechos humanos y en su beneficio directo en la sociedad”

‘Por qué China está ganando’ es la respuesta que este lunes se dio en el Ateneo de Madrid y, además, el título del nuevo libro de Pedro Barragán, economista, experto en relaciones internacionales y miembro de Cátedra China, quien a través de gráficos, cuadros y apéndices explica la evolución y transformación que China ha experimentado en las últimas décadas, pasando de ser una economía pobre a convertirse en el país más avanzado tecnológicamente y con la clase media mundial más numerosa. Una transformación que, para Pedro Barragán, lo que ha provocado es un sorpasso de la economía china sobre la americana, algo que “Estados Unidos no puede aceptar y uno de los motivos por los que comenzó una guerra comercial cuyo fondo no es otro que “romper la línea de flotación de la economía china”.

Pero la clave del éxito de China no está, según aseguró Barragán durante la presentación, solo en el desarrollo económico, sino que la clave está en los derechos humanos. Está en la “sabiduría” y como ha sabido que todo el progreso económico que se ha producido en China se ha revertido directamente sobre la sociedad. “Se ha hecho una revolución económica y eso ha generado una clase social bien formada y equipada que ha sido capaz de tirar de la economía”, explicó el autor.

Una evolución que ha hecho que China, contó Marcelo Muñoz, pase de ser la potencia 120 del mundo en términos de PIB a ser la primera potencia del mundo. Una transformación que ni siquiera era, para Muñoz, embajador de Amistad con el Pueblo Chino, “imaginable” . Un país que a través del socialismo de características chinas -que no el comunismo- y una planificación de proyectos a largo plazo, sacrificando en muchas ocasiones el corto plazo, ha conseguido, entre otras cosas, que el 80% de las familias sea propietaria de su vivienda y que el 57% de los estudiantes lleguen a la universidad. 

En la presentación se abordaron los diferentes puntos que han permitido a China pasar de ser la potencia número 120 del mundo en los años 80 del siglo pasado, a convertirse en la segunda economía más grande del mundo, donde ha pasado de representar el 6,4% del PIB mundial en el año 2000, a representar el 19,1% en 2024, casi cinco puntos más que Estados Unidos. Esto, bajo un título “provocativo pero muy acertado y realista” en palabras de varios de los ponentes, es lo que Pedro Barragán explica, una evolución que no siempre se cuenta en Occidente, donde muchas veces se parte del “desconocimiento y la manipulación mediática para hablar de China”

Un país que, según la directora de la Fundación Cátedra China, seguimos sin entender y sin llegar a él. “Todos los ciudadanos occidentales tratamos de encasillar a China en la China que nosotros queremos hacer y que se ajuste a nuestro molde, pero China no se puede encasillar”. A su juicio, y es también una de las respuesta al título del libro, dos de las claves que han permitido a China sacar, por ejemplo, a 800 millones de personas de la pobreza, es que es un país que prima el colectivo por encima del individuo, además de ser un Estado que está organizado con políticas a largo plazo, con un gobierno central que organiza todo lo que tiene que ser el país. Pero para Montoro, otro punto clave del crecimiento de China, y motivo por el que se debería mirar más, es que el país asiático, tan imbuido del confucianismo, busca el éxito, no la victoria, porque la victoria implica la derrota de alguien y el éxito implica la mejora de la calidad de vida de la gente. 

Pero, ¿el modelo chino es exportable al resto del mundo? Es la pregunta a la que Pedro Barragán respondió sí, sin ninguna duda, porque para él, lo que China ha hecho ha sido, por ejemplo, abrir una esperanza a los países del Sur global, que representan el 80% de la población mundial. Porque el modelo del país asiático es, resumió, “creer en tus propias capacidades y desarrollarlas”, donde se busca el éxito social y contar con una economía satisfactoria para todos los habitantes. “Esa es la gran aportación de China, aparte de su milagro económico”, aseguró.

Asimismo, puso de ejemplo la apuesta que el país está haciendo con el desarrollo tecnológico, por el que apuesta por crear tecnologías con “código abierto” -como DeepSeek- para que todo el mundo pueda utilizarlas. “La solución y apuesta de China es magistral, porque China abre la tecnología al mundo mientras que Estados Unidos busca un mundo roto tecnológicamente y un mundo tecnológicamente enfrentado”. 

En ese sentido, los ponentes, entre los que se encontraban también el miembro de El Garaje Ediciones, Iñaki Alrui, coincidieron en la necesidad de mirar más a China, algo que, según el consejero comercial de la Embajada de España en Beijing, Ernesto Ríos, aún no ocurre tanto como debería. A pesar de que China va creciendo y ampliando su presencia en el mundo y es muy conveniente estar y trabajar codo con codo con el país asiático. Pero a su juicio, “España no ha llegado a China todavía y es hora de que se vaya impulsando”. 

Una idea en la que también coincidió el diputado de Podemos en la Asamblea de Murcia, Javier Sánchez, que criticó que en España, y también los partidos de izquierdas y derechas, “han tomado demasiado rápida un juicio de China que no atiende a lo que está pasando en el país asiático”, donde han construido, por ejemplo, una clase media inmensa mientras que en el resto del mundo, que había hecho revoluciones socialistas para garantizar la igualdad, se están dando pasos hacia atrás. “China logra todo el proceso de modernización no desde el colonizamos sino desde un planteamiento de progreso inclusivo y que ahora se basa en la economía del conocimiento”, continuó Sánchez, antes de asegurar que uno de los datos clave es que ahora mismo China consigue formar a más ingenieros e informáticos que el resto del mundo juntos.

Ante esta situación, durante una presentación que comenzó con un minuto de silencio por las víctimas en Gaza, Pedro Barragán y Marcelo Muñoz aseguraron que hay dos alternativas para el siglo XXI. Una atlantista, con Estados Unidos y una Europa equivocada que ahora no pueden dominar el mundo e intentar hacerlo imponiendo el atlantismo, donde no gobiernan los gobiernos sino las grandes multinacionales. O la otra alternativa, continuó Muñoz, es mirar a China, un país que busca que haya una hegemonía en un mundo compartido y que, de manera rotunda, se opone a las guerras. En este sentido, recordó que China ha presentado planes de paz para Ucrania y Palestina “y nadie les ha hecho caso. ¿Alguien sabe de las propuestas de paz de China para la guerra en Ucrania y para poner fin al genocidio en Palestina”, preguntó Muñoz al denunciar que hay un “monstruo por medio, Estados Unidos, que domina la información y que hace que lo que llegue de China sea todo falso. “China trae prosperidad, paz, concordia, diálogo, entendimiento, armonía y acuerdos entre países”, concluyó Muñoz.

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